Una proyección de la riqueza per cápita sin desigualdad de género
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Sin desigualdad de género, la riqueza per cápita aumentaría un 9,2 % en la OCDE en 2060.
En un informe sobre la desigualdad de género difundido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se calcula que reducir las diferencias en la tasa de actividad y en el tiempo de trabajo podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB), en un 0.23% al año.
Asimismo, destaca que equiparar la contribución de las mujeres a la de los hombres en el mercado de trabajo -anulando la desigualdad de género- permitiría incrementar la riqueza per cápita en un 9.2%, para 2060.
Las diferencias de crecimiento potencial entre los 38 países miembros son muy notables y dependen sobre todo de la situación de partida. Es decir, que los que tienen más margen de progresión son aquellos en los que la brecha de género en el mercado de trabajo es mayor, empezando por México, Costa Rica, Turquía y Colombia.
Menos horas laborales
Según el informe, además, se constata que las desigualdades de género persisten en todos los aspectos de la vida social y económica y que, así, las mujeres siguen dedicando una parte desproporcionada de su tiempo en tareas de casa y familiares no remuneradas, lo que compromete su presencia en el mercado laboral.
La consecuencia directa es que dedican en promedio en la OCDE 5,3 horas menos al trabajo remunerado que los hombres, con datos de 2021, y eso aunque esa diferencia se ha reducido en los últimos años (eran 6,5 horas en 2010).
Antes estas cifras, la OCDE explica que, más allá de tratarse de una tasa de empleo más débil y menos tiempo de trabajo remunerado, las mujeres sufren una segregación en el mercado laboral y una serie de “techos de cristal” que se traducen en menos remuneraciones en la vida activa y durante la jubilación.
En la educación varía el panorama
Destaca que, en el ámbito de la educación, las cosas han evolucionado mucho en los últimos años, de forma que en el grupo de personas de 25 a 34 años, un 53 % de las mujeres tenían en 2021 un título universitario, frente al 41 % de los hombres.
Sin embargo, las mujeres son menos susceptibles de realizar estudios de ingeniería, de matemáticas o de informática y se dirigen más al comercio, a la Administración, a la sanidad y a la acción social. Y al final acaban trabajando en sectores muy feminizados que ofrecen sueldos más bajos.
Puestos directivos
Las cuotas para los consejos de administración de las empresas que cotizan en bolsa que se han impuesto en muchos países han ayudado a que el porcentaje de mujeres haya subido del 21 % en 2016 al 28 % en 2021. La progresión ha sido menor en los puestos de dirección, que en ese mismo periodo han pasado del 31,1 % al 33,7 %.
