‘Quito no está preparada para el manejo de una crisis de esta magnitud’
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La paralización de Quito y actos delictivos son similares a protestas en Perú y Colombia. Habría indicios que apuntarían a una estrategia impulsada desde Venezuela. Aquí el análisis del coronel (sp) John Marulanda, colombiano y especialista en política y seguridad internacional.

En Colombia empezó una contraofensiva desde el ataque de Nicolás Maduro. ¿Cómo se conecta esto con lo que pasa el Ecuador?
No existe una conexión explícita, evidente y clara de que lo que está sucediendo en Ecuador, Colombia o Perú. Pero sí existen indicios bastantes reveladores que llevan a concluir que eso es precisamente lo que está sucediendo.
¿Cuáles son los indicios?
Se pueden citar muchos. El narcotráfico. Si bien Colombia es el principal productor de cocaína, Venezuela como lo acaba de decir el hombre de inteligencia militar -durante 10 años- el General Carvajal, es una verdadera empresa criminal que mueve miles de millones de dólares por el tránsito de la cocaína colombiana. Colombia produce cocaína. Venezuela la comercializa. Ecuador es la víctima propiciatoria que está ubicada en medio de los dos principales países productores de cocaína: Colombia y Perú. Además, Ecuador tiene la desventaja de tener una economía dolarizada que permite que gran cantidad del dinero de la cocaína se laven el Ecuador. Lo que estamos viendo aquí es que la financiación de todos esos movimientos no viene de los recursos propios del Estado o los recursos del país. Las principales organizaciones comunitarias indígenas de Colombia en la frontera y las principales organizaciones comunitarias del Ecuador, en Esmeraldas o Sucumbíos, son las áreas donde está la mayor cantidad de cultivos de coca; por lo tanto, son las áreas donde más cocaína se produce. Hay coincidencias entre Venezuela que no tiene dinero oficial legal pero tiene gran cantidad de dinero de la cocaína, Ecuador que sea un lavadero y, Colombia como principal exportador. Todo ese flujo de dinero va a apoyar en gran parte esas protestas. Sino de dónde sacan las comunidades para venir hasta Quito, bloquear Ecuador o Guayaquil y hacer lo que hicieron. Otro indicio son las armas y técnicas callejeras que emplearon en Quito, que son las que se emplearon en Bogotá.
El gobierno tenía referencia de narcos del ELN. ¿Hay similitudes?
En el caso de técnicas callejeras, es una vieja técnica comunista que siempre la han empleado, pero ahora la han refinado. Vemos que tienen cohetes artesanales, técnicas de combate callejero con algunos intentos de formación. Los escudos que están utilizando ahora, todo eso viene desde Venezuela donde los ‘colectivos’ fueron entrenados por el G2 cubano, por células de las FARC y del ELN, y por células Hezbolá, que están instaladas en Venezuela. Esas técnicas que las emplearon en Quito y Bogotá son otro indicio de que puede haber una interconexión. Además, están las declaraciones del presidente Maduro que dice: “lo que está sucediendo en Ecuador va para Colombia, Dios quiera que así sea, Amén”. Y lo que dice Diosdado Cabello: “hay una brisita bolivariana que está afectando a varios países”, todo eso indica que probablemente haya una coordinación. Otro indicio. Después del Foro de Sao Paulo se inició una gran ofensiva diplomática de Venezuela, desplazándose el Presidente a Rusia, la Vicepresidente Delcy (Rodríguez) a China y delegados a Irán o a Turquía, hasta el punto de que hoy en día está de candidato a ser miembro del Consejo de DD.HH. de la ONU. Además como lo han declarado el embajador de Colombia en la OEA, el Dr. Ordoñez y, el propio Canciller colombiano Holguín, hay la intromisión y presencia de agentes venezolanos en las perturbaciones de Colombia. Lo dijo Lenín Moreno también. Si dos presidentes se quejan porque Venezuela está enviando agentes es otro indicio de que ellos saben algo que nosotros no sabemos. Asimismo, hay videos de venezolanos que desde Colombia envían un saludo a los revoltosos de Ecuador y de Quito, y hay apoyo de las FARC a los protestantes de Quito. Esto es otro indicio de que no es autónomo lo que sucede.
¿Los militares actuaron correctamente?
El gobierno y la sociedad ecuatoriana fueron sorprendidos por estos incidentes y días después siguen analizando qué pasó. Esto denota dos cosas: Fallas en las inteligencia del Estado que no fue capaz de prever, porque habían indicios claros desde hace un año, de que la gente de Correa y del Socialismo del Siglo XXI iban a pasar a la ofensiva, lo habían decantado. Y, segundo, Quito no está preparada para el manejo de una crisis de esta magnitud. Estas son dos fallas que se notan a primera vista; no se manejó la crisis y ahí están los resultados. También se evidenció una serie de fallas en el empleo de las fuerzas militares que fueron inadecuadamente empleadas. La fuerza militar es una fuerza letal del Estado. Se emplea en su letalidad o no se emplea, la Policía actuó dentro de lo posible. Ahora, esta fuerza letal debe ser utilizada con proporcionalidad, reciprocidad y de manera gradual. Para un tipo de manifestaciones de sabotaje, en donde no vimos armas letales, cocteles molotov, piedras y papas bomba, y cohetes… para eso está la Policía que tiene armas no letales.
¿No hubiera sacado militares a las calles?
Yo no sé qué hubiera hecho porque la situación fue complicada, tendría que ser el Presidente. Hay que entender al Presidente que dentro de realidad y que, con la información necesaria, tomó la mejor decisión. Pero desde afuera -visto desde afuera- y ocho días después: sacar los militares para que les quemen los carros, les roben armamento, les secuestren… fue un error. Se pierde el respeto a los militares que es la última barrera de contención que tiene el Estado. Los que protestan saben que el Ejército no va a disparar, se va a dejar secuestrar y eso es muy grave, y eso los incentiva. Ellos actúan sobre las debilidades del Estado. Allí puede haber una reacción contraria y el gobierno se puede meter en problemas… cuando un soldado mate a varios va a ser una masacre y sería un problema porque la izquierda internacional denunciaría ese hecho.
¿Incluso en esa instancia existe una estrategia regional?
Sí. Si aceptamos que esto obedece a una estrategia regional dirigida desde Caracas, la única manera de enfrentarlo es con una estrategia regional de unión, de intereses comunes entre Colombia, Ecuador y Perú. Para enfrentar de manera conjunta el fenómeno. Es decir, es la región que está amenazada. Eventualmente, se pueden unir países del cono sur, como Argentina -que tiene elecciones ahora- o, Bolivia. Pero son estos tres países los objetivos inmediatos. Tienen que hablar los tres gobiernos, las inteligencias de los tres gobiernos deben ponerse de acuerdo para el intercambio de información de Inteligencia militar y delincuencial. Colombia tiene otra gran marcha, Ecuador también tiene una el 30 de este mes. Entonces, cada país tiene que lidiar con eso, pero ayudará que se pongan de acuerdo los tres para intercambiar información y toda la Inteligencia que tengan para poder enfrentar, porque estamos viendo similitudes en el accionar táctico de todas estas manifestaciones. Aquí en Ecuador como en Bogotá, los estudiantes que salen a las marchas en su legítimo derecho, el 90% son pacíficos, el 10% de agitadores son muy hábiles y utilizan la psicología de la turbamulta, y esos perturbadores deben ser identificados y neutralizados a tiempo.
La Conaie y el FUT se desvincularon de los actos vandálicos, ¿sobre quién recae la culpa?
Principio básico: tienen derecho a la protestas. Es más, la protesta es justificable por ciertas condiciones que uno ve. Si se desligan de la violencia… no es suficiente con que lo manifiesten, ellos que son los organizadores deben denunciar oportunamente la presencia de personas ajenas a su marcha y deben organizar dentro de sus marchantes estructuras que permitan la detección temprana de agitadores y la posterior denuncia para que la Policía pueda actuar sobre el tiempo. No es suficiente con que digan: “nosotros rechazamos la violencia”. La Inteligencia debe estar monitoreando para detectar y denunciar a los que dicen estamos en contra la violencia pero están en contacto o comunicación con los agentes perturbadores. El comunismo siempre ha dicho en América Latina que no está de acuerdo con la violencia, pero los seguidores apoyaron siempre a las FARC. La gente que marcha debe identificar los intrusos, aquí infiltrados, y si los pueden neutralizar y entregar a los policías, sino denunciarlos… es la única manera. Mientras digan que están contra la violencia pero suceda lo que sucedió en Quito, es pura palabrería.
¿Cuándo está desactivado un conflicto de esta magnitud?
Cuando hay un diálogo inteligente entre el gobierno y los demandantes. Cuando los demandantes aceptan que las condiciones son oportunas, son adecuadas. Sin embargo, estas se desactivan por un rato. En América Latina siempre el Estado va colgado de muchas necesidades de la sociedad. Siempre tendremos este tipo de protestas, el problema es la violencia que se genera. Por ejemplo, en Barcelona, España, hay una protesta social pero no ha habido un solo muerto y no se ve el Ejército en la calle. Les disparan gases, pero no hay armas letales involucradas. Tenga la seguridad de que si en esos disturbios el gobierno saca al Ejército la situación se complica. Esto no termina nunca… Habrá protestas, se llega a un acuerdo, se desactiva y al poco tiempo rebrota. El problema es que se hacen promesas, se llegan a acuerdos, y el gobierno incumple porque no tiene cómo. Y otra vez vuelve la protesta. Hay múltiples actores y se llega a acuerdos con uno y se excluye a los otros. Están bien los paros, pero el problema desde el punto de seguridad de Estado es la real perturbación social y el temor social que causan con efectos en la economía, en la moral. Todavía los quiteños están afectados por lo que sucedió y eso tiene consecuencias…
*Cambio de mando inadecuado*
Lenin Moreno no termina de sumar errores políticos. Luego de que con su inoperante gabinete acaba de salir bien librado de una tamaña crisis que le costó al país varios muertos, centenares de heridos y millonarias pérdidas, acaba de cesar en sus funciones a los comandantes del Ejército y Jefe del Comando Conjunto de las FFAA. Cual es la lectura? Para la sociedad ecuatoriana una sorpresa, pues daría a entender que estos comandantes militares no cumplieron su deber en la última revuelta, cosa que no sucedió, pues si en medio del caos, fueron justamente las FFAA Nacionales las que evitaron que una mala decisión política económica termine en un resquebrajamiento del orden constituido independientemente de su legitimidad tan cuestionada. Deben los militares pagar los platos rotos de los errores políticos? Por supuesto que no. La verdadera lectura entonces se esconde tras la destitución de estos dos distinguidos generales que cumplieron su misión a cabalidad. Una pésima apreciación política económica y de crisis le llevó al presidente a lanzar un paquetazo económico tan mal diseñado como política pública que generó la protesta popular liderada por los indígenas y hábilmente aprovechada por los correístas para sembrar el caos. Los verdaderos responsables están detrás de esta ilegítima destitución como una cortina de humo para camouflar sus errores, con el ministro de economía a la cabeza en su área económica y la ministra del interior y el ministro de defensa por no recomendar adecuadamente al presidente avizorando los escenarios de conflicto y de crisis que el paquetazo iba a generar.
El ministro de defensa permite esta ilegítima destitución de quienes debían más bien ser reconocidos por su adecuado manejo de la crisis. Es el ministro de Defensa quien debería renunciar asumiendo decorosamente su error político estratégico y no sacrificar a los comandantes militares hoy cesados. Es lo que esperamos los ecuatorianos.
Gral. José Luis Castillo
La Seguridad y Defensa de un país es responsabilidad exclusiva del gobierno nacional, esto a través de decisiones en el nivel político estratégico. Si bien es cierto las Fuerzas Armadas como garantes de la soberanía de un país no pueden estar alejados de la realidad y problematica interna del país, la Policía Nacional es la institución que debe controlar este tipo de manifestaciones sociales, y no permitir que escale una crisis a niveles insostenibles o que su autoridad sea desbordada. Una sociedad organizada es quien tiene la obligación de pretestar, de hacer sentir su voz, el clamor del pueblo o la injusticia social, pero jamaz debe convertirse en el brazo armado de grupos aistlaos que pretenden el descontrol y el caos nacional. El empleo de las Fuerzas Armadas en conmociones de carácter interno, debe ser la condición extrema a la cual se vea abocado el gobierno de una nación, este empleo debe y tiene que estar enmarcado en los derechos humanos y el principio de la proporcionalidad de la fuerza, porque la legalidad así como otros principios fundamentales son identificados plenamente a través de las leyes y decretos que se puedan emitir, la proporcionalidad es el el principio más complejo de aplicar, dado que el soldado actúa siempre enmarcado en la ley, no así la delincuencia que está infiltrada en una manifestación o protesta, los delincuentes siempre están ocultos y camuflados en la turba con el único propósito de alentar y persuadir a la multitud a la confusión y vandalismo. Claro esto motivado por obscuros intereses que normalmente son financiados de una u o otra manera por dincuentes de cuello blanco, que ocultan su verdadera identidad en el pueblo humilde y de estratos limitados en su nivel de vida.
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