El teletrabajo es una opción para reactivar el empleo en el país
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Solo el 0,2% de la población económicamente activa en el país realiza teletrabajo. Las oportunidades de esta modalidad apuntan a reducir costos para las empresas y generar empleo para los ecuatorianos.

En el marco de las reformas laborales que aún se debaten, existen esfuerzos para dar a conocer las oportunidades del teletrabajo. El objetivo de esta modalidad laboral no es menoscabar los derechos de los trabajadores, por el contrario, se pretende generar plazas de empleo con obligaciones legales para los empleadores, en condiciones favorables para ambas partes. Estas reformas buscan normar nuevas formas de trabajo que se adapten a las realidades actuales incluyendo la tecnología como parte del desarrollo profesional.
En este sentido, la Cámara de Comercio de Quito realizó un desayuno explicativo con importantes empresas como Humana, Lavca, Movistar, Seguros Pichincha, Teleamazonas, Banco Solidario y otras más, para informar sobre los beneficios que esta modalidad genera en los trabajadores, la empresa e incluso en el tránsito vehicular.
Jaime Guerrero, experto en el tema informó que para exista teletrabajo se requieren tres condiciones: la distancia, es decir estar fuera de la entidad; el apoyo de las tecnologías de la información y comunicación; y un cambio organizacional que surge en la concepción de la empresa y que requiere un trabajo coordinado que no surge de un día al otro. Además, recalcó que existen algunos principios como la voluntariedad, igualdad, reversibilidad, privacidad y eficiencia a la hora de considerar la ejecución del teletrabajo.
Actualmente ya existe una normativa para el teletrabajo regulada por el Ministerio de Trabajo, esta puede ser permanente, es decir, el trabajador ejerce toda su carga laboral desde el exterior de la empresa o, parcial, que implica una jornada compartida entre oficina y domicilio, por ejemplo.
Solo comparando con el vecino Colombia, Ecuador está muy por detrás en esta modalidad. El primero tiene un 4% de su población económicamente activa bajo esta condición laboral, mientras que Ecuador alcanza a penas el 0,2%, es decir, alrededor de unos 15 000 trabajadores.

Guerrero afirma que con esta modalidad existe un ahorro en costos de planta física, optimización de espacios y recursos, aumento en la productividad, incremento en la satisfacción laboral y un beneficio particular para los grupos vulnerables. Así, destaca por ejemplo los esfuerzos de General Motors, que lidera en este campo, y CNT que se encamina en la optimización de su personal.
Sin embargo, el experto asegura que no todos los trabajadores pueden teletrabajar, esto depende del tipo de trabajo, de la evaluación de la personalidad de cada trabajador, del entorno en el cual se realizarán las labores y de la regulación para hacerlo dentro de un marco legal. Además, asegura que previo a este tipo de trabajo las empresas deben contar con sistemas de seguridad informática, protección de datos, estándares de calidad de servicio y medidores de desempeño.
Finalmente, además de que los trabajadores deben contar con un acceso inmediato a los sistemas y servicios de la empresa, debe existir confiabilidad en ellos y colaboración de quienes están del otro lado. Esto, por su parte requiere un plan integral de teletrabajo que abarque especificaciones técnicas, humanas, estructurales y planes viables para la realización eficiente del trabajo.