¿Sustentabilidad empresarial en esta época de crisis?
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La era post COVID-19 está marcada por la adopción de estrategias de negocio que a la vez que satisfagan a los clientes, mantengan y protejan los recursos naturales. Aquí una guía.

En principio, es conveniente tener claridad sobre el concepto de sustentabilidad, ya que con frecuencia se confunde con otro término también muy actual: la sostenibilidad.
¿Recuerda la muy popular y manida ‘Matriz FODA’ que le enseñaron en sus primeros semestres en la universidad? Pues en ella está la respuesta para entender las sutiles diferencias entre sustentabilidad y sostenibilidad empresarial.
Cuando estamos hablando de Sostenibilidad estamos teniendo en cuenta los factores externos del mercado (Oportunidades y Amenazas), tales como la competencia, los tratados de libre comercio, las políticas gubernamentales, el clima o el medio ambiente. Como es fácilmente deducible, sobre las amenazas no tenemos un control directo, ya que por ejemplo no podemos impedir que los competidores modifiquen el precio, que el gobierno promulgue decretos que vayan en contra de los intereses empresariales o que el clima sea desfavorable y en consecuencia los resultados económicos no serán los esperados. En cuanto a las Oportunidades, lo que hay que hacer es tener un claro conocimiento del mercado en que se incursiona, los cambios y la frecuencia con que se producen, los hábitos de compra de los consumidores, los ciclos climáticos y medioambientales y en general saber cuál es el terreno en que nos encontramos para tener las “defensas corporativas” requeridas tales como promociones, excelente manejo de las utilidades o claras estrategias de información de mercado.
De otra parte, cuando hablamos de Sustentabilidad tiene que ver con las características internas de la empresa (Debilidades y Fortalezas), tales como el producto terminado, las materias primas, maquinaria y equipo, conocimiento de marca o capacidad instalada. Justamente sobre estos aspectos es en donde se tiene un control directo y por lo tanto es responsabilidad de los propietarios y/o los directivos de la empresa tener programas, procesos, modelos de producción, personal y equipos que garanticen los ciclos productivos esperados de acuerdo a modelos sustentables empresariales a través de los cuales los consumidores tengan suficientes elementos de juicio que los lleven a adquirir los productos o servicios ofrecidos.
Ahora bien, ya sea que manejemos estilos sostenibles empresariales o que desarrollemos modelos sustentables de desempeño empresarial, es definitivo que en ambos escenarios entendamos que a pesar de la crisis mundial (o justamente aprovechando su existencia) tengamos un balance entre los aspectos económicos, los conceptos sociales y el medio ambiente.
Para nadie es un secreto que al Planeta y toda su naturaleza (clima, aire, mares, bosques, selvas, ríos, etc.) lo estamos destruyendo a pasos agigantados. Por lo mismo, si encontramos empresas y/o empresarios que se preocupen y contribuyan por el buen uso de esos recursos naturales, no solo serán un excelente ejemplo para la sociedad actual sino para las generaciones venideras ya que producirán un bienestar auténtico con los productos o servicios comercializados y por obvia consecuencia su aceptación en los mercados frente a los demás será una apreciable Ventaja Competitiva.
Por lo anterior, es imperativo adoptar estrategias de negocio que a la vez que satisfagan a los clientes, mantengan y protejan los recursos naturales. Al hacerlo de esa manera, se logra un verdadero valor agregado mediante el cual se diferencie a su empresa de las demás. Así se consigue una mejor inclusión social que a su vez la lleve a su fortalecimiento económico.
Si evidentemente se han logrado realizar en forma sinérgica los aspectos antes indicados, la empresa habrá conseguido llegar a una Dimensión Institucional integrada de forma medio-ambiental gracias a la transparencia y eficiencia de su información interna y externa y al conocimiento del terreno que pisa con eficaces Sistemas de Información de Mercado.
Con el fin de tener unos “tips” que le sirvan a las empresas como un adecuado apalancamiento para los aspectos vistos, a continuación relaciono un detalle para cada uno de ellos:
Dimensión Social:
- Adecuado manejo de los Recursos Humanos (internos y externos)
- Programas efectivos de Seguridad y Salud en el trabajo.
- Respuestas evidentes de Responsabilidad Social en el Medio Ambiente en que se incursiona.
- Buen ambiente de trabajo.
- Desarrollo de Políticas de inclusión Social.
Dimensión Económica:
- Buenas Prácticas de Manufactura
- Efectivo control de ingresos y egresos
- Desarrollo de planes coherentes sobre rentabilidad de acuerdo a cada época (análisis de costo versus beneficio)
- La relación entre empresa y mercado no debe centrarse solo en el precio sino en el Valor del producto o servicio (utilidad o beneficio que recibe el consumidor al adquirirlo)
Dimensión Ambiental:
- Tener un claro sistema de Gestión Ambiental mediante el cual se reduzcan los impactos ambientales y se aumente la eficiencia con políticas de gestión de riesgos (Comprometerse, diseñar un plan de acción, controlar la efectividad y lograr objetivos concretos)
- Conocer y cumplir las reglamentaciones vigentes sobre el medioambiente.
- Consumo responsable de los recursos naturales
- Diseñar un Ciclo de Mejora Continua a través de indicadores de gestión ambiental
Dimensión Institucional:
- Lograr evidentes mejoras en las condiciones socioeconómicas
- Asegurar un adecuado posicionamiento de mercado a largo plazo mediante estrategias que incluyan el día a día, el seguimiento y el desarrollo de nuevos planes de funcionamiento inclusivo.
- Examinar el modelo del negocio para conseguir un estilo específico de vida corporativa mediante B.P.M.
- Revisar las actividades de empresas con grandes programas de Desarrollo Empresarial para aplicar Benchmarking y/o llevar a cabo los propios planes corporativos con los que se consiga la Sustentabilidad y la Sostenibilidad Empresarial.
De todas formas, respecto al tema tratado, debemos cambiar el chip que usualmente se utiliza de “el que contamina paga” al de “lo que paga es prevenir la contaminación”; de esa manera no solo mejoraremos el medio ambiente sino que los demás (entendiendo por “demás” a los consumidores de sus productos o servicios) se lo revertirán a través de la adquisición de ellos.
Muy buen artículo, nuestro tan valioso FODA. Gracias por una clara reseña de un bien argumentado Auto-Análisis organizacional. Saludos Jorge Rodríguez.