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Las creencias de los ciudadanos inciden en las preferencias sobre el comercio

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Los acuerdos comerciales requieren el apoyo de la opinión pública. Latinobarómetro preguntó sobre la percepción de los ciudadanos frente al comercio. Las creencias y la información son determinantes.

La incidencia de la opinión pública. La supervivencia a largo plazo de cualquier política de apertura comercial requiere entender y diseñar de forma eficiente los mecanismos políticos e institucionales utilizados para forjar dichas políticas. A su vez, la construcción de fuertes alianzas en pro del comercio implica fortalecer el apoyo de la opinión pública. Cabe señalar que, a pesar de todas las decepciones provocadas por altas expectativas del libre comercio de los últimos treinta años, la opinión de la ciudadanía sigue apoyando el comercio de manera abrumadora; pero también es sensible a los shocks negativos comerciales que produce, inclusive aquellos efectos producidos por las nuevas tecnologías y la automatización.

La percepción del comercio medida en porcentajes. La consultora Latinobarómetro, en 2018 preguntó a las personas acerca de “lo que cree” sobre las consecuencias de un aumento del comercio en el empleo, los salarios, los precios, la variedad de productos, el acceso a la tecnología y su situación económica personal. El 58% de los latinoamericanos encuestados cree que el comercio SÍ se asocia con un incremento del empleo, versus el 11% que cree que el comercio genera menos empleo. Así mismo, el 37% de los encuestados cree que un aumento del comercio lleva a salarios más altos, mientras que solo el 9% considera que el comercio los decrece. Además, el 39% cree que el comercio representa mayor variedad de productos y, el 33% precios más bajos. Solo el 26% de los encuestados cree que el comercio aumenta el acceso a la tecnología y en la misma medida que mejora su situación económica personal; las creencias también varían según el país.

Los resultados sustentan la idea de que las preferencias se basan en creencias. Vincular creencias con preferencias permite entender mejor qué es lo que preocupa realmente a la ciudadanía cuando se trata de formar actitudes hacia el comercio. Las creencias positivas se asocian con un mayor apoyo al comercio, aunque en algunos resultados, como los salarios y los precios, la diferencia no es estadísticamente significativa, y así mismo, las creencias negativas (salarios más bajos y disminución del empleo) siempre se asocian con un menor apoyo.

La información moldea la percepción. Aunque la mayoría de los ciudadanos de la región -por ahora- están a favor del comercio, se puede decir que este apoyo es de un kilómetro de ancho, pero de solo un centímetro de profundidad. Las preferencias favorables al comercio también se vuelcan fácilmente hacia el proteccionismo cuando entran al escenario los argumentos habituales contra el comercio respecto de los impactos negativos especialmente en el empleo. Por lo tanto, vale la pena preguntarse si es posible contrarrestar el efecto de la información negativa únicamente con información positiva, mientras la región sigue luchando contra los altos costos de la logística, la información y los trámites en frontera, entre otros obstáculos. Las soluciones son bien conocidas y comprenden desde mejorar el conjunto y la eficiencia de las redes de transporte hasta implementar programas mejor financiados y focalizados para promover las exportaciones y las inversiones.

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