Palma y Toquilla es una joyería con identidad propia

Los estereotipos de género sobre el oficio de la orfebrería no impidieron que Karla Palma incursione en este arte.

Karla Palma es la fundadora de Palma y Toquilla, un negocio de joyería y accesorios para mujer que busca convertir las joyas en una marca personal para cada cliente. Hoy por hoy la empresa transita hacia una fase de reinvención en donde los accesorios con materiales representativos del país, como la tawa y la paja toquilla, marcan una nueva tendencia.

Personalidad en cada joya. “Mi joyería maneja el visagismo que quiere decir que asesoramos a las personas de acuerdo a su tipo de rostro, forma e incluso su personalidad, lo que permite a las joyas gozar de un valor único y sentimental”, cuenta Karla. Las joyas de Palma y Toquilla son un complemento a la identidad y encierran la esencia de cada persona. Por eso pone a disposición también su servicio de remodelación y reparación. Es decir, si posee algún ejemplar que ha sufrido una avería pueden llevarla para una asesoría con el fin de brindarle una segunda oportunidad a la joya.

Los recursos económicos son indispensables. Para Karla, manejar con responsabilidad las finanzas es clave importante para cualquier emprendimiento. Comenta además que, llevar cuentas claras de los costos y gastos es necesario para medir los porcentajes de utilidad y crecimiento del negocio. De hecho, el manejo de finanzas personales es otro de sus proyectos en desarrollo, su objetivo es ayudar a otros emprendedores a manejar este recurso para que sus negocios sean beneficiosos.

Su experiencia en AWE Ecuador. El programa Academy Women Entrepreneurs (AWE), impulsado por la Cámara de Comercio de Quito y la Embajada de EE.UU., busca empoderar a mujeres por medio de la capacitación empresarial. Para Karla, quién fue parte de la última jornada de capacitaciones, el programa fortaleció muchas de sus competencias necesarias para el crecimiento y desarrollo de su empresa. Además, le brinda un acompañamiento integral para su emprendimiento, incluso después de terminado el programa.

Estereotipos que obstaculizan. Al iniciar en el arte de la joyería, Karla buscó quién la asesorará. Se llevó una sorpresa cuando supo que la orfebrería en Ecuador era considerada como un profesión exclusiva para hombres. “En mis primeros pasos me cerraron las puertas muchos maestros de la orfebrería que consideraban que una mujer no podía incursionar en este oficio”, confesó Karla. Esta idea preconcebida no fue impedimento para claudicar en la búsqueda de un mentor. “Julio Arévalo fue mi maestro, aprendí mucho de él”, afirma. De la misma forma, considera a otros exponentes como fuentes de inspiración como: Susana Ruíz, Ursi Galletti y, el experto en joyería ética y sostenible, José Luis Fettolini.

Minería responsable. Palma y Toquilla se encamina hacia la joyería responsable y ecológica. Según su propietaria la minería e incluso la llamada “minería responsable” degrada mucho los suelos y además crea un tipo de explotación para la mano de obra minera donde no son recompensados equitativamente por su esfuerzo. Además, el negocio busca encaminar su arte al uso de materiales ecológicos como la tawa, coco, paja toquilla y la plata reciclada.