La fantástica aventura de una familia que busca el tesoro de Atahualpa
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Este es un film que expone la historia familiar de tres generaciones, con la que se crea una experiencia cinematográfica única.

‘A son of Man. La maldición del tesoro de Atahualpa’, lejos de ser una cronología histórica es una ficción, definida por su director, dentro del género del cine como realismo fantástico.
La película dirigida por Luis Felipe Fernández-Salvador, conocido como Jamaica Noproblem, y Pablo Agüero, transcurre principalmente en los Llanganantes y pone en escena la historia familiar de tres generaciones que buscan el tesoro de Atahualpa. El objetivo, según los realizadores, fue explorar su verdadera condición humana bajo un registro estilizado de sus vivencias personales.
Este largometraje es un retrato de la realidad de una manera estética y con una experiencia participativa para la audiencia, dice su director: “podría decirse que el realismo fantástico es un reality show altamente estético con efectos especiales y con movimientos de cámara que se relacionan a los movimientos de estudio de Hollywood, con una narrativa inmersiva que hace posible una experiencia diferente en la audiencia”, recalca.
Esta película provoca explorar lo desconocido. Desde su concepción, la cinta se filmó sin guión, ni actores profesionales, ya que fue parte de un manifiesto artístico de Jamaica Noproblem. Sus directores plasmaron el anhelo familiar de encontrar el Tesoro de Atahualpa y su visión de exploradores, luego 25 años internados en el Amazonas y los Andes. Esta película es una forma de inmortalizar a su padre, refirió el director, quién además rodó la película con su hijo como protagonista.
La película tiene un gran componente visual, «nada está allí por casualidad», dice Fernández-Salvador. La fotografía es sumamente cuidada y los paisajes son diversos. Esta conjuga la ficción con hechos históricos ecuatorianos y la cultura ancestral. El involucrar a Atahualpa en el relato no la ata a un período de la historia, por el contrario, la narrativa cambia de acuerdo al momento. Esta es la película ecuatoriana con mayor presupuesto en su realización, USD 15 millones, por tanto se evidencia el uso de recursos tecnologicos de primera, con eso cumplen el requisito para adentrarse en la selva y capturar los paisajes mágicos que enriquecen el relato.
La realización de esta película duró 11 años y fue finalizada en 2018, año en la que fue seleccionada como el largometraje que presentó el Ecuador en la 91 edición de los Premios Óscar para nominación a mejor película de lengua extranjera.