Lenín Moreno, FF.AA. y los dos días críticos para su Gobierno
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El 7 y doce de octubre fueron días cruciales para el Gobierno cuando enfrentaba la crisis nacional. Fuentes consultadas concuerdan en que las Fuerzas Armadas fueron determinantes.

Dos días fueron nefastos para el régimen de Lenín Moreno. El lunes siete de octubre y el sábado 12, de ese mismo mes. Ambos marcados por dos cadenas nacionales que fueron realizadas desde Guayaquil, luego de que el Presidente trasladara la sede del gobierno a Guayaquil.
Pero no solamente fue ese acto político, cuyas verdaderas razones no han sido expuestas a la opinión pública, el que marcó el cambio del panorama nacional. Sino que, en ambas comunicaciones a la ciudadanía, las Fuerzas Armadas, al parecer, jugaron un rol fundamental.
El siete
La primera fue una cadena nacional donde participaron seis personas. El presidente Moreno, el vicepresidente Otto Sonnenholzner, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín. Pero además la cúpula de las Fuerzas Armadas, en ese entonces integradas por Roque Moreira, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; Javier Pérez, comandante General del Ejército; Darwin Jarrín, comandante general de la Armada; y Mauricio Campuzano, comandante general de la FAE.
Según fuentes relacionadas con las televisoras ecuatorianas, el espacio solicitado para ese día cambió, al menos, seis veces en la hora de su emisión. Primero se dijo que iba a salir a las 08:30 hasta que se emitió pasadas de las 21:30. Al parecer, había un desacuerdo entre el Gobierno y la cúpula de las FF.AA. sobre el mensaje que el Presidente iba a emitir. Fue una cadea que duró 03’39’’.
En ese comunicado, emitido luego de cuatro días de duras protestas en el país, Moreno ratificó que trasladó al sede del Gobierno al Puerto Principal, que había la intención de romper el orden democrático. Culpó directamente a Rafael Correa, Ricardo Patiño, Virgilio Hernández, Paola Pabón y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro de “instrumentalizar” las protestas y manipular a los indígenas.
Agradeció a las FF.AA. y la Policía por su trabajo. Y sentenció, para ese día, que no daría marcha atrás en el retiro de los subsidios a los combustibles. Pero invitó al diálogo…
Ese día, según fuentes militares, se emitieron mensajes falsos por varias redes sociales que indicaban que el Alto Mando militar retiró el apoyo a Lenín Moreno. Lo que fue descartado. Esa fue una de las 583 informaciones falsas que se registraron en ese día, según el Ministerio de Gobierno. En total fueron más de 20 000 mensajes falsos durante toda la crisis.
El 12
El siguiente día crítico fue el 12 de octubre. La noche de ese día, luego de disponer el toque de queda en Quito y sus valles, salió en televisión nacional para informar varios puntos. Ese día se registraron la mayor cantidad de noticias falsas, según el Ministerio de Gobierno. Fueron 3 692, lanzadas desde Ecuador, Venezuela, México, España, Nicaragua, Bolivia y Argentina, dice el informe de esa cartera de Gobierno. También fueron atacados medios de comunicación, como Teleamazonas, El Comercio y medios públicos. Antes sucedió el secuestro de policías y periodistas, del Alcalde de Latacunga. 11 campos petroleros fueron atacados, asegura el Ministerio.
Además, según fuentes militares, en esos días previos, asesores de la Asamblea Nacional pidieron un recinto militar en Quito para sesionar. Pero no fue aprobada esa solicitud.

En la cadena, el Presidente lució agitado. Habló rápido y subió el tono de sus palabras. Dijo que fue un día triste para el país. De nuevo aseguró que fuerzas oscuras provocaron el caos, culpó a Correa, Maduro, el narcoterrorismo, pandillas y extranjeros violentos, de lo que sucedía. Informó que el edificio de la Contraloría General del Estado fue destruido con la intención de borrar las pruebas de la corrupción.
Que los vándalos iban a ser castigados con todo el peso de la ley. E informó de sus resoluciones, la primera que revisaría el Decreto 883, que disponía el incremento de los combustibles, que revisaría el proyecto sobre reducción de salarios en el sector público y la reducción de las vacaciones. Además, de un pago adicional de USD 20 para los trabajadores de las empresas privadas y el impuesto a las grandes empresas.
Fuentes consultadas coinciden en que antes de esa emisión televisiva hubieron discrepancias entre las FF.AA. y el Gobierno, específicamente con el jefe del Comando Conjunto, Roque Moreira, y el general Pérez, del Ejército, según fuentes consultadas. Diferencias que estaban relacionadas con que el gobierno dispusiera el toque de queda, cediera ante las protestas y revisara el Decreto 883.
Al día siguiente, el 13 por la tarde, se inició el primer diálogo directo entre Moreno y la Conaie. Un intercambio, en directo, que ha sido muy criticado por exponer al Presidente Moreno a las exigencias de los dirigentes de una parte de los indígenas del país. Y, sobre todo, ceder ante los ojos de millones de televidentes. Sin embargo, ese diálogo trajo la calma al país, ya muy convulsionado por la violencia y el miedo.

Pese a ese movimiento político, el lunes 14, el Ministro Jarrín envió al Presidente la terna para que elija al nuevo Comandante del Comando Conjunto y del Ejército. Según fuentes militares, las diferencias de criterios para enfrentar estratégicamente el escenario violento provocaron la salida de dos altos oficiales. El ministro Jarrín adoptó esa decisión pese que Pérez era un soldado de su entera confianza. En la sede de Defensa y de los mandos militares destacan la autoridad, disciplina y estrategia del Ministro para afrontar la crisis política.
Y el 15, Moreno firmó el Decreto 895, con el que nombró al nuevo jefe militar: el general Luis Lara Jaramillo. El general Moreira salió por la puerta grande del Ministerio de Defensa, entre aplausos y abrazos de sus, ahora, excompañeros de armas.
Esta semana está prevista la ceremonia de cambio de mando en Carondelet. Puede ser el miércoles. Y se volverán a ver entre todos las caras, luego de la crisis nacional.