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Las promesas a los jubilados

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El problema de los jubilados impagos fue creado por el gobierno anterior, el gobierno actual quiere resolverlo pero pide tiempo. Los jubilados llevan diez años esperando el cumplimiento de las promesas.

Foto: Flickr Asamblea Nacional

No hay que buscar soluciones para los problemas que resuelve el tiempo. Este dicho antiguo parece haber sido la perversa inspiración del anterior gobierno cuando hizo promesas a los jubilados y dejó pasar años sin darles cumplimiento. El problema se ha reducido con el tiempo, 600 jubilados han muerto sin haber cobrado nunca la deuda del Estado.

Foto: Marco Pin – API

El drama de los jubilados se inició cuando el gobierno anterior ofreció incentivos para la jubilación y no pudieron cumplir por la crisis fiscal. El gobierno actual heredó el problema que se ha complicado con jubilados enfermos y con protestas y huelga de hambre. Se estableció un monto de USD 350 millones en el presupuesto para pagar a una parte de los jubilados, pero se ofrecía el pago en bonos del Estado. Lo que no tienen los jubilados es tiempo para esperar ni quieren allanarse al castigo que imponen las instituciones financieras si desean canjear en efectivo los bonos.

En el asunto han intervenido muchos actores. Desde el Gobierno que ofreció pagar a los jubilados con el incremento en los precios de los combustibles, después pagar en bonos, luego pagar parcialmente en efectivo y hasta solicitar la contribución de todos los ecuatorianos, según dijo Sebastián Roldán, secretario de la Presidencia, apelando a la Asamblea Nacional, dando a entender que se trataría de un impuesto especial.

La Asamblea Nacional ha intervenido, complicando el rompecabezas, con la amenaza de juicio político al Ministro de Finanzas por haber incumplido los compromisos suscritos el 28 de mayo para el pago a los jubilados. El pedido, con el respaldo de 37 asambleístas, está en la Comisión de Fiscalización.

Incluso algunos periodistas presionaron a los jubilados para que acepten el pago en bonos y vayan a cambiar en el Biess, como si los jubilados pudieran creer en promesas después de diez años de incumplimientos o pudieran aceptar el pago en bonos que pudieran no cobrar nunca. Los jubilados exigían documentos firmados como garantía de cumplimiento.

La Defensoría del Pueblo salió en defensa de los jubilados con la presentación de un amparo. Si el juez fallaba a favor de la petición, el Gobierno se hubiera visto obligado a cancelar en efectivo y de inmediato los USD 350 millones aprobados en el Presupuesto General del Estado.

Finalmente, apareció como parte en la negociación el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, con la oferta de comprar los bonos para entregar en efectivo a los jubilados. Para evitar las posibles críticas por la generosa solución con dinero ajeno, el presidente del Consejo Directivo del IESS, Paúl Granda, reveló un milagro: Los USD 1 700 millones de déficit que tenía el fondo de pensiones se han transformado en 500 millones de excedentes en el primer semestre de este año.

Foto: Flickr Asamblea Nacional

La firma del acuerdo entre los jubilados y el Gobierno pone fin a la huelga de hambre, será la mejor noticia de la semana. También restará presión al juicio político en contra del Ministro de Finanzas. Ahora la presión irá al Banco del IESS. El monto total de la deuda a los jubilados es de USD 500 millones, por coincidencia, la misma cantidad que el Presidente del Consejo Directivo del IESS dice que el Fondo de Pensiones ha logrado como excedente en este primer semestre del 2019. El IESS sigue siendo la alcancía que el gobierno rompe cada vez que tiene un apuro.

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