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La rutina familiar en el confinamiento del coronavirus

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Conozca cómo sobrellevar de la mejor manera los cambios, los niños en casa, tareas laborales y tantas emociones.

Foto: rawpixel.com – Freepik.es

Una amiga cercana me compartía lo abrumada que se sentía con la gran cantidad de tareas escolares que debía realizar su pequeña hija de 8 años, a través de la plataforma digital del colegio al cual pertenece, pero que ha dejado de asistir debido al cierre momentáneo,  por la coyuntura del coronavirus. 

Sin embargo, esto no era lo que más le preocupaba, lo que le mantenía ansiosa y alerta era el obligado confinamiento al que la gran parte de la población mundial y ahora nuestro país se ha visto obligado a vivir por el coronavirus. Además de realizar teletrabajo y estar en mil tareas a la vez, entre el cuidado de los niños, mails, mensajes de WhatsApp, reuniones por medios digitales, la preparación de alimentos, los hábitos de higiene, el abastecimiento de víveres y más… también han estado presentes en su mente, una serie de inquietudes y fuertes emociones manifestadas en incertidumbre, miedo y ansiedad que le hacen sentir que todo lo que tenía, cambia, se mueve y que es necesario adaptarse.

Pero, ¿cómo sobrellevar de la mejor manera estos cambios, con niños en casa, tareas laborales y tantas emociones rondando a su alrededor? 

Aquí te presentamos algunas recomendaciones:

¡Cuida de ti y de tu estado mental!

Nadie da lo que no tiene y al igual que en un avión, para poder ayudar a quienes se encuentra a tu lado, debes prepararte primero con la máscara de oxígeno o el chaleco salvavidas, para luego brindar apoyo. Lo mismo sucede aquí y si lo trasladamos al cuidado de tus hijos, es muy importante que les transmitas un estado mental equilibrado y en la medida de lo posible sereno, caso contrario los niños podrían verse inmersos en la misma ansiedad y temor que sus padres, porque las emociones se contagian. En estas circunstancias no es fácil, porque  existe tensión e incluso pánico, sin embargo, como padres debes bajar el nivel de tensión y estrés, recordando que los adultos son ustedes. Un “tiempo fuera para padres” aplica y no me refiero a salir de casa, sino a un tiempo a solas, o practicando un poco de ejercicio o simplemente explicando a los niños que deben apartarse de ellos un momento hasta volver a la calma.  Una recomendación práctica es cuidar tus hábitos de sueño y además reducir el acceso a noticias, podrías mirar lo que sucede a través de redes en la mañana y en la noche, estar conectado todo el tiempo, hace que te desconectes de quienes quieres proteger y cuidar, tus hijos.

Cambiar la rutina, no implica eliminarla

“Tener una rutina positiva y predecible ayuda a los niños a sentirse seguros y protegidos”. Heather Miller.

A pesar de todos los cambios que han sucedido, todos necesitamos un cierto sentido de orden, y al mismo tiempo, ser flexibles ante el caos.

Con esto quiero decir que es necesario crear una nueva rutina, o una nueva estructura a la que todos puedan adaptarse diariamente, disfrutando de algunas partes de esta. Sirve mucho hacer visible lo nuevo, a través de un cronograma o calendario creado por los padres en conjunto con los niños de ser posible, donde se grafique o escriba cada tarea diaria y se exponga en un lugar donde todos las puedan ver, sobre todo los niños. Esta no debe ser una camisa de fuerza, pero sí una guía que sobre todo a los niños dará calma y predictibilidad de lo que sucederá diariamente. 

Ser flexibles ante el caos, implica dar un espacio a todo aquello que estaba restringido antes de la llegada del coronavirus, quizá un espacio de ocio, pero dentro de una rutina, esto podrá bajar el nivel de estrés.

Dentro de esta misma rutina una recomendación práctica es rotar los juguetes de los niños, para generar sorpresa ante aquellos que han estado escondidos por un tiempo. Se puede sacar un determinado grupo de juguetes una semana y cambiarlos a la siguiente. Lo importante es generar espacios donde se asegure que se disfruta de la rutina.

Trabajo colaborativo entre los integrantes de la familia y otros

Dentro de la rutina no se puede olvidar la colaboración de los niños en casa, darles pequeñas funciones acorde a su edad, como por ejemplo, tender su cama, recoger sus juguetes, recoger su ropa y guardarla, recoger la mesa, etc. es favorable para que todos se sientan colaborativos, reconocer que se está formando un equipo, con nuevos roles y funciones, dividiendo días de trabajo y la administración de la casa, se trata de tomar conciencia de que podemos depender unos de otros  y que así la vida es más llevadera, sin tanta sobre carga para unos pocos, en especial para la madre, que es a quien por lo general más acuden los hijos.

El implementar hábitos de aseo de manera más frecuente, puede ser una oportunidad para que los niños tomen conciencia de que lo que ellos hacen, puede repercutir en el bien del otro, también el promover le preocupación por el resto de la familia, sobre todo por quienes son más vulnerables, puede promover la generosidad y la empatía. Un ejemplo práctico es llamar frecuentemente a familiares y consultar si necesitan ayuda, o saber si los abuelos o gente que vive sola, cuenta con todo lo necesario o necesita ayuda. Recuerda se enseña con el ejemplo. 

Explica a los niños qué sucede de forma real y segura

Algunos padres pueden pensar que ocultar la verdad es la mejor manera de cuidar a los niños, diciéndoles que no ocurre nada, sin embargo, esto no es coherente con lo que sucede y los niños fácilmente se darán cuenta de la realidad, tan solo al estar en casa por tanto tiempo y al haber dejado de asistir a su escuela y con el cambio de rutina. 

Lo mejor es dar un mensaje sencillo adaptado a la edad de los niños, incluyendo pictogramas o imágenes para los menores de seis años. Cuidar de no alarmar, ni generar angustia es indispensable, por ello el estado de ánimo y el lenguaje no verbal con el que se les transmita el mensaje, debe ser coherente, validando y poniendo nombre a las emociones sin juzgar si son buenas o malas, solo reconocerlas tal cual son.

Aprovecha este tiempo para reforzar el vínculo de seguridad con tus hijos

“Este tiempo es una oportunidad para invertir más en las relaciones familiares” y de “crear un clima que permita afrontar juntos lo que pueda venir”. Así lo recomienda el psicólogo Martiño Rodriguez, terapeuta familiar e investigador de la Universidad de Navarra. 

Los niños deben sentir que tienen la libertad de preguntar sus inquietudes tanto en el momento de la explicación como en cualquier situación de miedo o incertidumbre.

Los padres podrían no tener todas las respuestas, pero lo importante es que sus hijos sientan que están  dentro de un círculo de seguridad, donde sus padres procuran ser más grandes, más sabios, más fuertes y más amables (Circle of Security), aunque no cuenten con todas las respuestas.

  • Coordinadora Académica de Educación de la UDLA.
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