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Cámaras Vivas

La icónica imagen del caso Fybeca

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El fotógrafo guayaquileño Martín Herrera, con 24 años de trabajo en diario El Universo, es el autor de la foto del caso Fybeca, también conocido como el caso de Las Dolores. Esta imagen es la muestra de uno de los sucesos de derechos humanos más comentados en Ecuador.

El 19 de noviembre del 2003, como todas las madrugadas, el fotógrafo Martín Herrera realizaba el primer recorrido del día junto a sus compañeros. La ruta la inició en el mercado de la calle Pedro Pablo Gómez. Recuerda que no hubo ninguna novedad en este lugar. También debía visitar la Policía y la morgue de la ciudad. Su recorrido avanzó hasta el Hospital de Infectología, en el norte de Guayaquil. Allí escuchó por la radio que la Policía pedía siete ambulancias para la farmacia Fybeca, ubicada en La Alborada. Entonces, el equipo periodístico fue hacia el lugar.

Herrera dice no pudo ingresar con el vehículo hasta el local. Todo estaba bloqueado. Por lo que se bajó del auto y continuó la ruta a pie. Al llegar observó a personas angustiadas y corriendo. Vio los cuerpos ensangrentados de dos más y un carro con las puertas abiertas. Su reacción, relata, fue disparar su cámara hasta que llegó a la puerta de ingreso de la farmacia. Allí le impidieron su ingreso.

Al retirarse, Herrera cambió el lente de su cámara, dirigió su mirada al local y vio salir a dos personas: la primera tapada su cabeza con su propia camiseta de color blanco y la otra, quien escoltaba a la primera, mientras la dirigía hacia un auto color vino. Herrera capturó la foto.

Luego se supieron de otros fallecidos. El fotógrafo, quien continuó en el lugar, vio por primera vez a Las Dolores: una quien decía que han matado a su esposo y que solo fue a comprar pañales; y la segunda, la esposa del mensajero quien también murió. 

Él recuerda que en una rueda de prensa, un periodista preguntó si había algún detenido. La Policía, asegura Herrera, dijo que no. Sin embargo, la imagen que captó demostraba lo contrario. Ese momento no dijeron nada.

“Yo dije con esta foto golpeamos mañana, pero no fue así. Unos días después se realizó la secuencia de gráfica de los hechos y se dieron cuenta de la magnitud de la imagen. Al punto que la esposa del hombre de la camiseta acudió al periódico para solicitar la foto y con esta prueba poder reclamar por su esposo”, cuenta a este portal Martín Herrera.

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