La flexibilidad laboral es un pedido de los empleadores y de los empleados
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Hay que reinventar nuestro perfil profesional con lo aprendido durante la pandemia. El futuro laboral ya está encaminado para nuevas visiones.

Estamos últimamente preocupados por el número de empleos que se han perdido en el país, por como impedir que se despida a más gente; pero no nos hemos concentrado en qué es lo que buscarán las empresas cuando decidan volver a contratar. La gran lección de este confinamiento ha sido poner a prueba nuestra capacidad de adaptarnos al cambio.
Hemos escuchado muchas teorías sobre la resistencia al cambio y cómo lograr ser resilientes ante la crisis. Sin embargo, ¿quiénes realmente han puesto en práctica todo aquello que hemos leído o escuchado? Pocos se han puesto a pensar en que habilidades buscarán los empleadores en sus colaboradores, que destrezas tecnológicas deberán adquirir para que su trabajo sea valorado en una organización, o que tan flexible deberán ser para movilizarse dentro de la misma empresa.
El mundo empresarial dio un giro de por lo menos 180 grados. En menos de dos semanas aprendimos a usar aplicaciones como Zoom o Meet; automatizamos muchos procesos para que puedan seguir operativos a través del teletrabajo; aprendimos a ser concretos y reducir el tiempo de reuniones; cambiamos espacios de nuestras casas para que sean lugares de trabajo y hasta manejamos mejor nuestro tiempo para hacer ciertas actividades que nos dan paz y alegría. Estos y más cambios nos demostraron que los empleadores buscarán perfiles distintos a los que se manejaban hasta principios de este año. De la misma manera los empleados desearán encontrar trabajos que se adapten a sus nuevas prioridades.
Los nuevos requerimientos de las empresas, en términos de selección y contratación responden, a lo que los millenials buscaban y que para muchos no eran más que caprichos. Hoy nos damos cuenta que esos “caprichos” son los que se adaptan a la era tecnológica y al deseo de una población de conocerse a sí misma. No considero que sea una precarización laboral como algunos lo quieren ver, porque aunque las medidas que se tomen a nivel país y mundial sean para salvar la economía en el fondo también responden a los deseos de una población que en poco tiempo se volverá la mayor masa salarial.
El trabajo por horas, que para las generaciones anteriores es una pérdida de los derechos laborales, para las mentes millenials, es en cambio, la oportunidad de tener experiencia en más de un sector porque pueden trabajar en dos empresas distintas y nutrirse de ellas. De igual manera, es la ocasión de mantener un balance entre vida profesional y vida personal ya que pueden invertir ciertas horas a hobbies o deportes. El poder ser dueños de nuestros horarios es un deseo que el ser humano siempre ha querido alcanzar. Esto se traduce en el trabajo por objetivos porque no es más eficiente el que trabaja más de 8 horas sino el que llega a su meta usando menos recursos. Para la empresa, en cambio, es un ahorro en cuanto a sueldos, beneficios sociales y costos fijos y les permite tener mentes frescas siempre en la organización.
La empresa buscará contratar personal por proyectos porque entendió que todo es dinámico y que es innecesario tener a personal fijo para un proyecto con una vigencia corta. El colaborador también aprendió que en el corto plazo se puede adquirir nuevas habilidades y experimentar en otras posiciones. Estos movimientos nos hacen pensar que los famosos planes de carrera que se diseñan al principio de una contratación ya no solo serán crecimientos verticales sino también horizontales.
Por ejemplo, que un empleado puede empezar a trabajar en el área de Operaciones y con el mismo nivel jerárquico en 4 meses pasar al área de Calidad. Tendremos empleados poli funcionales no solo por necesidad sino por gusto. Él éxito ya no debe estar asociado únicamente a que tan alto se puede llegar en un organigrama sino por la flexibilidad para trabajar adecuadamente en áreas distintas, sin complejos y sin prejuicios. Para muchos esto puede ser inestabilidad laboral pero es en realidad un deseo por el dinamismo y el conocimiento. Para poder hacerlo adecuadamente es importante adquirir nuevas habilidades y/o destrezas.
Las corporaciones desearán tener en su equipo de trabajo personas que dominen las nuevas herramientas tecnológicas. Esto aumenta la productividad y la toma de decisiones. Otra habilidad que considero importante es la capacidad de comunicar y discernir porque al rotar por varios puestos y organizaciones es importarte ser conciso y directo.
El manejo de tiempo y la toma de decisiones son claves. El teletrabajo ha permitido que muchos puestos de trabajo consigan el empoderamiento que les hacía falta y con eso la motivación para realizar un mejor trabajo. Ahora, los empleadores buscan personas críticas que sepan tomar decisiones y no solo que esperen recibir instrucciones. Con la rapidez con la que van las operaciones es primoridal tener personal empoderado ya que tanto los puestos directivos como los operativos deben ser ágiles para actuar. Los empleados, por su lado, buscan un lugar donde explotar su potencial porque emprender es una opción rápida si en el lugar de trabajo no siente la valoración que espera.
El mundo no se parará porque aunque las prioridades cambien, las empresas se adaptarán a las necesidades de sus clientes o crearán otras nuevas, y por ende, requerirán de personal. Hay que reinventar nuestro perfil profesional con lo aprendido. El teletrabajo reduce las fronteras y la búsqueda de trabajo ya no será solo en el país sino internacionalmente, pero teniendo en cuenta que esto implica también una mayor competencia.