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Más mujeres se capacitan para potenciar sus propios negocios y una red de emprendimientos

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La Cámara de Comercio de Quito y la Embajada de los Estados Unidos fomentan el emprendimiento y empoderamiento femenino a través del conocimiento. Ayer culminó una promoción más de la Academia de Mujeres Emprendedoras.

Fotos: Gianna Benalcázar – CCQ

Este 26 de noviembre culminó la tercera promoción de Academia de Mujeres Emprendedoras (AWE, por sus siglas inglés), en Quito. Esta es una iniciativa que empezó en 2016 como un proyecto piloto de la embajada de Estados Unidos bajo el nombre de Dream Builders y que, posteriormente, contó con el apoyo estratégico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ). Entre ambas instituciones, a través de una comité de participantes, se realiza una selección de 30 emprendedoras para acceder a las capacitaciones que tienen una duración de tres meses.

Este proyecto busca empoderar mujeres a través de la capacitación empresarial presencial para fortalecer el desarrollo de los diferentes negocios. Así, la Escuela de Negocios de la CCQ es un aliado estratégico para incorporar conocimientos, brindar herramientas y generar metodologías de clase mundial para ser implementados en los diferentes emprendimientos. Las áreas de especialización son: marketing, ventas, redes sociales, servicios, entre otros.

Para Giselle Moscoso, participante, emprendedora y coordinadora de la primera edición, el programa le ha abierto las puertas. Además ha logrado generar cuatro nuevas fuentes de empleo en su emprendimiento, ha podido hacer su plan de negocio y, ha mejorado su participación en redes sociales y en ventas. Comenta que lo mejor del programa es la relación con las compañeras, superar temores y entender sus necesidades. “Son charlas que te abren un nuevos horizontes, pasas de ser un emprendedor chiquito a visualizarte como una empresaria”, dice. Estas charlas son totalmente aplicables y actualmente se prevé crear la red de graduadas para continuar empoderando a más mujeres, dice.  

Para esta edición se sumó Conquito, con sus instalaciones y capacitadores. Los premios son un curso de Empretec que es una certificación avalada por la Organización de las Naciones Unidas, una afiliación a la CCQ por un año y un curso de la Escuela de Negocios. Las ganadoras fueron Marjorie Reyes, Silvia Mendieta y Erika Viñal. “En esta promoción el tema de desarrollo ha sido muy enriquecedor, algunos emprendimientos han generado un grado de escalabilidad”, dice Hugo Ojeda, director de la Escuela de Negocios. Y recalca que la sinergia entre las participantes ha generado valor agregado, incluso en la presentación de la imagen del productos, generación de marca y mejoramiento de venta. Además, comenta que el seguimiento que se hace con los emprendimientos es importante porque se actualizan los conocimientos y a la vez se trabaja en núcleos con sectores afines donde las emprendedoras se transforman en proveedores de otras empresas. “Se genera un canal comercial adicional”, asegura.

Marjorie Reyes, ganadora del concurso, cuenta que inició su emprendimiento Taytta Hats hace 15 años cuando estaba en la universidad con el objetivo de hacer un levantamiento de la artesanía fina ecuatoriana. Se dio cuenta que esta era sumamente valorada en el exterior y que existía una fuga del artesano ecuatoriano. Por ello, actualmente trabaja con comunidades de mujeres toquilleras del Azuay y Cañar, allí brinda asesorías, capacitaciones y les enseña el valor de su trabajo. “Eso es lo que le hace lindo a este proyecto, el acercamiento con las comunidades, logrando ser empáticas entre mujeres, conociendo la experiencia del campo a la ciudad, allí es donde está el plus de nuestros productos”.

Este programa ha beneficiado a más de 200 mujeres en Quito, Ibarra, Ambato, Cuenca, Puyo, Manta, Guayaquil, Esmeraldas, Riobamba y Azogues. Para el 2020 la meta es llegar hasta 14 ciudades, incluyendo una en Galápagos. “Este programa funciona en alrededor de 60 países en América Latina, África y Europa. Ecuador tiene el mayor porcentaje de impacto con el 30% de graduadas del total de los países”, dice la representante de la embajada estadounidense, Amelia Shaw. Además comenta que se ha visto que la mujer es el eje de desarrollo en su propia comunidad y, cuando una mujer tiene control de su propio bolsillo, independencia y cierta profesionalización, no solo se beneficia ella sino sus hijos, sus vecinos, su comunidad. La mujer es el centro de un poder económico que puede extenderse en el país, explica, y dice que “hay una cosa intangible que pasa en Ecuador, que es la red que se forma con las emprendedoras, como un tejido social que se apoyan las unas a las otras que enriquece el proceso”.

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1 Comentario

  1. Janeth Cuasapaz 10/08/2020

    excelente las ideas todas son posible s

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