Cómo levantar financiamiento para un emprendimiento
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Iniciar una startup va más allá de los deseos de emprender. Hay que hacer números y levantar financiamiento. Muchas de estas iniciativas no pasan la etapa inicial por falta de liquidez. Lea la primera entrega.

Bill Gross, uno de los emprendedores más reconocidos a nivel mundial, en una charla TED manifestó los cinco factores que determinan el éxito o fracaso de una startup y son: tiempo, idea, grupo de trabajo, modelo de negocio y financiamiento. Expuso al financiamiento como el factor de menor importancia en este análisis. Sin embargo, el Global Entrepreneurship Monitor versión Ecuador, expone que los dos factores que impiden el desarrollo y crecimiento de un emprendimiento en este país son las trabas gubernamentales (leyes, políticas, normas, restricciones, legislación tributaria, organismos de control) y el financiamiento.
Estas cifras muestran la importancia del financiamiento sobre todo en etapas tempranas, sin un financiamiento adecuado, ¡la gran mayoría de las startups van a morir!
A los cuatro años de trabajar mano a mano con los emprendedores de Ecuador, y conociendo casi a fondo su realidad, me atrevo a decir que hay muy pocos casos en los que los emprendimientos han podido financiarse con el dinero de sus fundadores. La cantidad de dinero que necesita una startup para sobrevivir al valle de la muerte es mucho mayor que la capacidad de financiamiento de los fundadores, amigos o familia. Una startup está construida para crecer rápidamente, pero en una primera etapa tiende a perder muchos de sus recursos sin tener un ingreso que lo compense, por tanto, en el momento que falta de liquidez debe haber un financiamiento adecuado.
Muchas startups necesitan dinero para contratar personal clave, relaciones públicas, marketing, ventas, tecnología, en un ambiente de extrema incertidumbre, pero es ahí en donde se mide el valor del grupo fundador, en su capacidad para levantar ese dinero y convencer al mundo para apostar por su idea de negocio.
La buena noticia es que existen distintas maneras de financiarse, la mala es que puede ser un proceso duro, cansado, complejo y frustrante.
La pregunta que todo emprendedor se hace ¿Cuánto debo recaudar?, la respuesta es, tanto dinero que sea necesario para alcanzar la rentabilidad, para no volver a recaudar dinero otra vez. Aunque la respuesta es muy sencilla, el proceso no lo es, de primera mano el emprendedor debe saber cuándo recaudar antes que cuánto.
Un emprendimiento está listo para obtener financiamiento cuando tiene clara su oportunidad en el mercado, cuando conoce cuáles y cómo son sus clientes, pero más importante aún, cuando el producto o servicio ha sido adoptado por el mercado y tuvo un crecimiento rápido, es decir de al menos 10% semana tras semana. Esta ‘tracción’ en el mercado y crecimiento rápido puede abrir muchas puertas al emprendedor al momento de buscar ese financiamiento.
Una vez que el emprendedor ha entendido el cuándo recaudar podemos pasar nuevamente al cuánto. La respuesta sigue siendo la misma, la mayor cantidad posible que le permita ser rentable, pero en la realidad no sucede así, es por lo que el emprendedor debe pensar al menos tener el suficiente dinero para operar por un período de 12 a 18 meses, cumplido este plazo, el emprendedor analizará si necesita o no una nueva ronda de financiamiento y esta vez por qué valor.
Es momento de abordar el cómo. Existen varias opciones de financiamiento que dependerán del estado de madurez del emprendimiento y de los intereses de los emprendedores.
Una de estas opciones es el capital de riesgo (venture capital) que por lo general se lo hace a través de instituciones creadas para este fin. Este financiamiento se lleva a cabo en “rondas”, desde una inicial, que puede ser un capital semilla, y seguir con una serie de rondas A, B, C, así sucesivamente hasta que esté listo para salir al mercado de valores a una oferta pública IPO (Oferta pública inicial por sus siglas en inglés).
La ronda inicial es conocido como ronda semilla y puede ser reembolsable o no, dependiendo de los montos y las organizaciones que están impulsando rondas de este capital, sin embargo, existen algunas estructuras de financiamiento semilla que son explicadas a continuación:
Deuda convertible
Básicamente es un préstamo que el inversionista otorga a través de un pagaré convertible, con un porcentaje de interés realmente pequeño entre el 1% al 3%. A la fecha de vencimiento de este pagaré, la startup deberá cancelar el capital más el interés generado.
Acciones (equity)
Cuando la Startup empieza sus rondas de inversiones, el emprendedor y los inversionistas deben tener claro el valor de la empresa. A través de esta figura de financiación, el emprendedor vende acciones de la empresa según su valorización y el número de acciones a vender, por ejemplo:
Si la empresa tiene una valuación de USD 5 000 000 y tiene 1 000 000 acciones en circulación, entonces está vendiendo las acciones en USD 5 (valor por acción) y podrías vender 200 000 acciones preferenciales en un nuevo total de acciones para financiamiento. En ese caso, 1 000 000 de acciones circulantes, más 200 000 de las preferenciales, generan un total de 1 200 000 acciones. Por su parte, si multiplicamos USD 5 por el dicho total, USD 6 000,000 este es el nuevo valor de la empresa. Y, si dividimos 200,000 para 1,200,000 tenemos un 16,7% ¡No 20%! (el cálculo es el numero de acciones a vender sobre el total de acciones).
Hay veces que el emprendedor cree que se debe vender sobre el total de las acciones al momento de valorizar la empresa, es decir las acciones que se tiene en circulación, pero el cálculo se debe hacer con un incremento de acciones que se desea comercializar.
Valoración: ¿Cuánto vale mi startup?
Es un trabajo minucioso valorizar una empresa y se debe tomar en cuenta tanto los activos, pasivos, patrimonio, proyecciones pero también los intangibles, propiedad intelectual, marca, posicionamiento entre otros.
Una manera de especular el valor de la empresa es basándose en la valorización de empresas cercanas comparables que ya posean una valorización. La idea es optar por un valor atractivo para los inversionistas y a la vez que cumpla con los objetivos de financiación de la startup. Las valoraciones de semillas tienden a oscilar entre USD 2 mm y USD 10 mm, pero tenga en cuenta que el objetivo no es lograr la mejor valoración, ni una alta valoración aumenta su probabilidad de éxito.