El teletrabajo vino para quedarse
Compartir

El teletrabajo puede ser un gran aliado para la recuperación económica del país, esto debido a sus efectos sobre la productividad, eficiencia y optimización de recursos para una empresa.

El aislamiento y cuarentena tomó por sorpresa a todo el Ecuador, la rápida propagación de la pandemia en el país trajo consigo restricciones de movilización que afectaron a las actividades laborales en todo el territorio. De un día para otro las empresas tuvieron que adoptar el teletrabajo como la única opción para continuar con sus actividades.
En un entorno en donde el desarrollo de las tecnologías digitales y de comunicación avanzan constantemente y con el gran salto que lograron a partir de los efectos de la pandemia, es inevitable pensar que los modelos laborales también presentarán importantes cambios. La situación cada vez es más clara, el teletrabajo vino para quedarse.
En las empresas
Criterios conversó con Rodrigo Vivas, asesor de Talento Humano de Asertec, quien contó cómo fue la transición y experiencia de su empresa con esta nueva modalidad laboral. Según Vivas, antes de declarada la pandemia su empresa, planteó un plan piloto para probar el teletrabajo en sus colaboradores.
El plan se desarrolló basado en el modelo popularmente llamado “método de teletrabajo 10/4” o “método israelí” diseñado por por Uri Alon, profesor y Biólogo de Sistemas en el Instituto de Ciencias Weizmann de Rehovot. El método consiste en permitir que los trabajadores laboren presencialmente cuatro días y luego teletrabajen por 10; así, se busca reducir las probabilidades de contagio al propiciar una ventana de 10 días en donde el colaborador, en caso de contagiarse, podría detectar los síntomas en su hogar y evitar así la propagación en la empresa.
Según manifiesta Vivas, la empresa tenía ya planificado empezar gradualmente con este sistema el 16 de marzo, sin embargo, las disposiciones de restricción de circulación hicieron que el teletrabajo deba aplicarse en cerca del 95% de su personal y, según afirma, fue todo un éxito.

El primer paso fue la gestión y abastecimiento de equipos de teletrabajo, computadoras, laptops, tablets, y el adecuamiento por parte del Departamento de Salud Ocupacional de los lugares de teletrabajo de cada colaborador. Incluso se les proporcionaron sillas ergonómicas y se constató una correcta iluminación, y conexión a internet, en fin, todo lo necesario para realizar con eficiencia sus actividades laborales remotamente.
Para María Cecilia Holguín, gerente General y Co-fundadora de Grupo Lila, organización especializada en modalidad de trabajo flexibles, el teletrabajo representa para las empresas muchos beneficios, principalmente en el aumento de la productividad; ya que trabajar fuera de las instalaciones laborales, te obliga a trabajar por metas.
Esto permite a los colaboradores autogestionar su tiempo y esfuerzos con miras a objetivos concretos y medibles. Otra razón se debe a que, según la especialista, “personas felices y comprometidas que sienten que la empresa se preocupa por ellos, dan mucho mejor rendimiento, en países como España, está comprobado que estos beneficios se traducen en mayor productividad”.
Otro beneficio destacado para la empresa, según Holguín, se deriva de la reducción de costos, en el arriendo de oficinas y espacios físicos, ahorro en el transporte, servicios básicos, alimentación y uniformes, al igual que en insumos de papelería y cafetería.
Este beneficio es ratificado por Rodrigo Vivas de Asertec. Comenta que, en el tiempo de implementación de esta modalidad laboral, la empresa presentó evidentes ahorros económicos propios de rubros presentes en la modalidad presencial como: alimentación del personal, servicios básicos y contratos de limpieza.
Incluso, los beneficios del teletrabajo, se extienden a un escenario que engloba a la sociedad en conjunto. Según la especialista de Grupo Lila, el aumento del tiempo en familia y por consiguiente una mayor presencia paterna, lograría que las nuevas generaciones se desarrollen con mejores vínculos familiares reforzando sus valores, que a largo plazo derivarán en sociedades más formadas y cultas.

De empleado a teletrabajador
Por otro lado, para el empleado, esta situación genera amplios beneficios, el principal viene derivado al equilibrio entre la vida laboral, social y familiar. Un estudio de Universum interrogó a 61 726 estudiantes universitarios de grado de Estados Unidos con los objetivos y expectativas en la carrera laboral y el objetivo de carrera más elegido fue lograr equilibrio entre vida profesional y privada. Es decir, las nuevas generaciones desean acuerdos flexibles de trabajo, que les permitan alcanzar un equilibrio con su vida personal.
María Cristina López es una madre de familia que por primera vez experimentó la modalidad de teletrabajo. Lleva más de 15 años trabajando como asesora contable. Laboraba en una oficina con una computadora. Afirma que su experiencia en el teletrabajo inició con dificultades, sobre todo por la adaptación, pero ahora asegura que le hubiese sido imposible trabajar, en este tiempo de cuarentena, sin el teletrabajo, pues tiene una niña de 2 años que asiste a educación inicial en modalidad virtual y que necesita de su ayuda para tomar sus clases por videoconferencias. “El teletrabajo me dio la oportunidad de volver a compartir con mi familia, y estoy feliz, cumplo mis obligaciones sin problema y al mismo tiempo estoy pendiente de mis hijos y además evito el riesgo de contagio”, afirmó.
Qué dice la ley
El Ministerio de Trabajo separa el teletrabajo en dos tipos: permanente y parcial. El primero se realiza siempre fuera de las instalaciones donde el empleador realiza sus actividades, aunque, el teletrabajador/a podrá asistir a las instalaciones de la empresa, cuando sea requerido por el empleador. El segundo tipo, se realiza fuera del lugar habitual del empleador hasta un máximo de 24 horas semanales y el resto de horas se prestan los servicios de forma remota.
Por otro lado, en cuanto a la jornada laboral, el teletrabajador puede gestionar la organización de su tiempo de trabajo. No obstante, la jornada de trabajo no podrá exceder los límites establecidos en el Código del Trabajo.
Según el acuerdo ministerial de teletrabajo vigente desde el 2016, en Ecuador, las condiciones de trabajo que se aplican para esta modalidad, son exactamente iguales a las de una modalidad presencial. Es decir, las personas teletrabajadoras gozarán de los mismos derechos y tendrán las mismas obligaciones de aquellos trabajadores/ras que realizan labores en las instalaciones de la empresa.
Cómo iniciar el proceso hacia el teletrabajo
En el contexto de la cultura laboral, de la misma forma que en otros aspectos de la sociedad, el cambio genera rechazo y miedo. Sin embargo, las circunstancias actuales, derivadas de la crisis sanitaria del COVID-19 obligaron a un cambio.
Es por esto que la Cámara de Comercio de Quito presentó una guía completa para la implementación exitosa del teletrabajo en las empresas. Te mostramos un resumen de los 5 pasos a seguir.
Paso 1: Compromiso Organizacional. Es necesario un cambio en la cultura organizacional, además es indispensable contar con una política formal que establezca los límites y expectativas con respecto al teletrabajo. Es imprescindible una normativa clara y la creación de un Reglamento Interno que especifique lo relacionado con la jornada laboral, horario, horas extras, sistema de trabajo por objetivos, indicadores de gestión, supervisión e incluso salud y seguridad ocupacional.
Paso 2: Diagnóstico. Se realiza un diagnóstico de las condiciones actuales y requisitos iniciales para implementar el proceso de teletrabajo. Aquí se evalúan qué cargos son aptos para realizar teletrabajo.
Paso 3: Planificación. Para una implementación exitosa la planificación es la clave. Aquí es importante la definición de metas y resultados esperados. Además, un plan de acción de soluciones tecnológicas para potenciar el teletrabajo. El teletrabajador, como tal, debe centrarse en la planificación y priorización del trabajo y en una cultura de eficiencia para esto se puede optar por el uso de cronogramas de trabajo y reportes de cumplimiento.
Paso 4: Comunicación: Antes de implementar la modalidad de teletrabajo debe quedar clara la manera en que se va a compartir la información en la empresa en general y con los grupos involucrados. Las estrategias de comunicación son fundamentales para acompañar el proceso e incentivar a la participación, colaboración y buena adaptación del teletrabajo.
Paso 5: Puesta en marcha, supervisión y evaluación: Puede realizarse de manera escalonada o en su totalidad. Para la supervisión del trabajo se puede optar por herramientas de seguimiento y medición de indicadores. La productividad, rentabilidad y satisfacción de los empleados y la empresa frente al modelo del teletrabajo, son factores a evaluar.