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El nuevo tiempo será del pragmatismo económico

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Viene un golpe de timón en las formas de manejar la economía en cada país y en el mundo. El director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central reflexiona sobre el futuro.

Foto: Tom Swinnen – Pexels.com

El mundo ya siente el cambio por la pandemia. Y los asuntos económicos están bajo revisión en todo el mundo. Los modelos económicos, las prioridades hacia el futuro, incluso, quienes deben estar al frente de los países para manejar de mejor manera las cuentas nacionales. Los recursos para sanidad, pobreza… 

El Ecuador no está lejano de esas reflexiones. Robertho Miguel Rosero, economista y candidato al PhD por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central, habla sobre el golpe de timón en el mundo de la economía.

El pragmatismo en economía es un punto de discusión en la región. ¿La crisis por la pandemia puede llevar a un cambio en la visión económica, alejada de directrices ideológicas?
Por supuesto, el pragmatismo es lo esencial para la generación de cualquier tipo de política, considero que al pragmatismo se le debe de añadir la “oportunidad”, ya que si las políticas no son oportunas es muy difícil encontrar un equilibrio adecuado. La crisis actual, causada por la pandemia del COVID-19, va a cambiar la visión económica de todo el mundo, las decisiones que se tomen en las próximas semanas marcarán notablemente la manera de hacer economía y de ver el mundo en general. Nos enfrentamos con países y sociedades que se van a encerrar, lo vivimos actualmente con la pandemia, y no solo será desde un punto de vista social sino económico, priorizando únicamente lo productivo; y, países que se empoderen de nuevas alternativas posiblemente desde un punto de vista más sostenible, en lo económico, ambiental y social. Lo que nadie puede negar es que esta crisis generará nuevas alternativas de desarrollo, el Ecuador es un país que tiene todos los elementos para aprovechar estos espacios, una sociedad joven y la mayoría de empresarios socialmente responsables. Es menester, por parte de nuestra sociedad, discutir el papel del Estado sobre este nuevo orden.

Una de las salidas para el país a futuro puede ser una renegociación de la deuda externa. ¿Cómo puede solventar los riesgos internacionales en el caso de tomarse esa decisión?
La situación financiera, no solo del Ecuador, es incierta tanto a largo como a corto plazo. Lo realmente necesario en estos momentos es pensar que las decisiones que se tomen deben enfocarse ha dos puntos esenciales. Primero, contar con recursos necesarios para apalear la crisis por la pandemia, sobre todo impulsando un sistema de salud que nos garantice salir de esta crisis y, segundo, tener los medios para mejorar la producción del país, en estos dos puntos el Estado juega un papel fundamental. Es necesario que las decisiones que se tomen en las próximas semanas estén enfocadas al primer punto, sin la salud de los ecuatorianos no podremos impulsar el segundo aspecto que es la producción del país. Es evidente que una reestructuración y una renegociación de la deuda prime sobre la razón de las autoridades económicas del país, ya que no es una crisis aislada, es una crisis mundial, no solo el Ecuador va a entrar en este ámbito. Lo importante es que cualquier renegociación esté enfocada a cumplir con las obligaciones, cuando el país lo pueda, pero sin olvidarnos de las necesidades coyunturales, nuevamente el objetivo es salir de un posible problema grave derivado de la pandemia.

Este tiempo puede servir para repensar sobre la banca. La apertura a la banca internacional también se plantea como solución hacia el futuro. ¿Pudiera servir al país abrir las fronteras a la banca?
La banca debe ser el motor importante para la generación productiva y de consumo, su papel es el de reactivar no solo la economía ecuatoriana, sino a nivel mundial. En Ecuador las tasas de interés son demasiado elevadas, hay que disminuirlas y, en especial, las productivas. En muchas ocasiones se ha mencionado el riesgo país, pero aquí la pregunta es que el costo de oportunidad de las entidades financieras no se debe de importar del resto del mundo (riesgo país), la realidad del país es que el spread financiero es demasiado rentista, debemos de tomar en cuenta que la tasa de interés pasiva es de un promedio entre 1% y el 2% a los depósitos a la vista y del 5% a los depósitos a plazo, por este motivo es necesario abrir las puertas a la banca internacional para así generar una mejor competencia en las actividades financieras de nuestro país. Estoy más que convencido que la banca ecuatoriana brindará las condiciones adecuadas para mejorar su desempeño y no con el ámbito de disminuir su rentabilidad, ya que al disminuir tasas también hará que el crédito sea más accesible y puedan realizar economías de escala, mejorando también su rentabilidad. La banca deberá convertirse en un verdadero motor si deja de lado intereses particulares.

Cortesía: Robertho Miguel Rosero

El mundo va a cambiar. Las relaciones comerciales internacionales probablemente también lo hagan. ¿Cuáles serían las claves para enfrentar el nuevo escenario desde Ecuador?
La innovación se convertirá en la mejor herramienta, tanto de las grandes empresas, como de las PYMES y micro. Es necesario establecer un buen mecanismo de inteligencia de mercados y así proporcionar al empresariado las herramientas adecuadas para poder competir. Puede ser una posibilidad inminente que muchas economías se cierren, hasta restructurar su aparato productivo. Por esto que se debe de preparar programas de apoyo a las exportaciones con mayor valor agregado, la generación de aglomerados que ayuden a mejorar la competitividad.

La incertidumbre puede traducirse en caos. ¿Qué líneas puede sugerir a las autoridades económicas del gobierno para ser asertivos en sus mensajes?
Creo necesario tres puntos claves, el primero desde un punto de vista macroeconómico con la necesidad de contar con políticas monetarias, todos los bancos centrales del mundo han salido al rescate, con el objetivo de mejorar la liquidez y generar actividad económica, esto posibilitaría también el financiamiento al Estado para contratación nuevos médicos, enfermeras, empleos directos en el ámbito de la salud y pago a proveedores de insumos médicos, actualmente prohibido por la ley. En segundo lugar, incentivar la demanda agregada, medida que no va a ser fácil, pero con un correcto manejo de la política fiscal puede utilizarse eficientemente para reactivar la economía del país, tanto a través del gasto público como de la inversión pública que generalmente la realiza el sector privado. Y, tercero, es fundamental contar con fondos de emergencia, especialmente de sectores que ganaron a pesar de la crisis, fondos que servirían para el incentivo de actividades productivas.

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