El mundo laboral ya cambió y requiere que el país se adapte
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Las actuales generaciones tienen nuevas expectativas respecto a su futuro laboral. El Ecuador todavía no se adapta a esta transformación que ya es global.
En el Ecuador, aproximadamente, 250 000 personas en edad de trabajar ingresan al mercado laboral cada año, esto significa que por lo menos se deberían generar las mismas plazas de trabajo en el país para que los indicadores de empleo se mantengan.
Pero la realidad actual del país dista mucho de alcanzar ese nivel de generación de empleo. De hecho, los indicadores laborales en los últimos años se han deteriorado a tal punto que ha llegado a ser un privilegio de pocos poseer un empleo adecuado. Según las últimas cifras del INEC, para junio del 2019, el empleo adecuado alcanzó su valor más bajo con un porcentaje de 37,9%; desde el 2014 se han perdido 10 puntos de este tipo de empleo. Y el empleo no adecuado (subempleo, otro empleo no pleno, empleo no remunerado) ha crecido mostrando que existe un problema no menor en el mercado laboral del Ecuador.
Al iniciar su gobierno, Lenín Moreno ofreció la creación de 250 000 plazas de empleo cada año. No obstante, para el segundo año de Gobierno no se ha cumplido con la generación de empleo y se han perdido 150 000 empleos adecuados. La lección es clara: no se pueden generar empleos vía decretos o propuestas. A esta problemática se debe sumar la reducción de empleados públicos en una política de eficiencia del gasto por parte del Gobierno. Entonces, las personas que salen del sector público tendrán que buscar un trabajo en el privado y, dada la realidad actual, será difícil que puedan ingresar al privado inmediatamente. Es claro que se debe buscar generar empleo de calidad sin quitar derechos a los trabajadores, pero es urgente que el sector empleador no sienta una barrera para la entrada o salida de un trabajador.

En mayo del 2019, en sesión del Consejo Nacional del Trabajo y Salario, se buscó la aprobación de tres reformas de manera consensuada entre el sector trabajador y empleador. Las propuestas buscaban dar mayor facilidad a la contratación y que se ajusten a las tendencias mundiales. Las reformas eran contratos para emprendedores, contratos eventuales y reforma al horario laboral. Sin embargo, la posible aprobación de estas reformas provocó una ola de comentarios y críticas que, no sustentadas con argumentos técnicos, buscaban terminar con esta iniciativa. Incluso el sector de los trabajadores evidenció que vela por los que tienen un empleo y no por más de cinco millones de ecuatorianos que no poseen un empleo adecuado. Esto combinado con un Código Laboral caduco para la realidad del país hacen necesarios cambios que ofrezcan un marco normativo legal más flexible y que se adapten a las nuevas formas de trabajo, que brinden al país competitividad ante el resto del mundo.
El mundo ha cambiado su dinámica entre trabajador y empleador, y esto se debe principalmente a que las nuevas generaciones tienen otra forma de ver el trabajo. En el Ecuador, por ejemplo, en el 2000, la fuerza laboral estaba agrupada entre los Baby Boomers (1946-1964) y la Generación X (1965-1979), concentrando el 73,5% de la PEA. Estos trabajadores tenían como incentivo la estabilidad laboral. Pero, para el 2019, la fuerza laboral está concentrada en la Generación Y, conocidos como Millennials o nativos digitales, con un peso de 46,1%. Estos nuevos trabajadores buscan en un empleo beneficios y estímulos económicos buen ambiente laboral, flexibilidad de horario y de lugar, aprendizaje continuo, empresas con ética e inclusivas. Esta es la generación de los nuevos trabajadores del país y el marco normativo debe adaptarse a esa realidad.
Los Millennials requieren de nuevas políticas que impulsen su contratación
Los Millennials han marcado una tendencia de nuevas necesidades laborales y detrás de ellos viene la Generación Z. Por esto las empresas deben entender que los trabajadores están interesados en generar experiencias y aprendizajes que les brinden un crecimiento personal. En este sentido, existen nuevas formas de contratación que buscan dar un beneficio al trabajador con una modalidad atractiva para él y también a la empresa que puede lograr reducir ciertos costos y maximizar su eficiencia.

Las nuevas tendencias laborales
Freelancer: Ser freelancer permite que cada persona tenga el control de su trabajo. Que sean sus propios jefes, brinda más tiempo para realizar actividades recreativas a través de la organización de sus horarios, facilita la reducción de gastos. Además, este tipo de trabajo brinda la oportunidad de trabajar en diversos proyectos nacionales e internacionales, así mismo conocer diferentes empresas y aprender de temas distintos. Además, las personas freelancer tienen una vinculación directa con los espacios de coworking, lo cual es donde los profesionales que no comparten una empresa o sector de actividad, se unen para trabajar juntos en un mismo espacio. El objetivo de esto es, por una parte, combatir un poco la soledad del trabajo y una de sus ventajas es la reducción de gastos al pagar sólo por un espacio.
Homeoffice – Teletrabajo: Esta modalidad de trabajo permite al empleado realizar sus tareas desde la comodidad de su casa, de tal manera que ahorra el estrés de trasladarse a la oficina o puede utilizar ese tiempo en alguna actividad de su preferencia. Existen empresas que manejan esta modalidad como un incentivo de puntualidad, algunas otras lo llevan a cabo como una opción de trabajo; es decir, si no existe una necesidad real para ir a la oficina puedes quedarte en casa. En el Ecuador, esta modalidad fue impulsada por el Ministerio de Trabajo en agosto del 2016. Desde ese entonces las empresas se han sumado a esta operatividad de trabajo que consiste en cumplir la actividad en forma no presencial con el apoyo de tecnología y de redes de comunicación. Esta es una forma de trabajo flexible donde se puede acordar con el empleador trabajar desde la casa algunos días y otros ir a la oficina. Actualmente, esta modalidad cuenta con más de 8 500 teletrabajadores a escala nacional, con mayor concentración en las provincias de Pichincha y Guayas.
Workation: Es una nueva modalidad destinada a reunir el trabajo con los viajes, de tal forma que los trabajadores tienen la posibilidad de trasladarse a un destino por razones de trabajo, cumplir con los objetivos, pero también tener un tiempo extra para poder conocer los puntos turísticos del destino en donde llevan a cabo sus eventos de negocios. Esto los motiva a aumentar su productividad, ya que buscan generar soluciones efectivas para terminar pronto su jornada y dedicar un tiempo al ocio. Las nuevas tecnologías en el mundo laboral Según una encuesta de Deloitte, en el 2018, los Millennials y la Generación Z son conscientes del rápido avance tecnológico que ha derivado en la cuarta revolución industrial y de cómo estas nuevas capacidades están cambiando el modelo de trabajo actual. Más de la mitad de los encuestados a escala global cree plenamente en el potencial de estas tecnologías para liberar a los empleados de las actividades más rutinarias y permitirles dedicarse a tareas más creativas que generen más valor para la organización.
El Ecuador mira a la tecnología como un avance
Las nuevas generaciones marcan el ritmo de los cambios que se tienen que dar en los temas laborales, que son más rápidos y que deben adaptarse a las realidades y necesidades actuales. No se puede aceptar que algunos dirigentes de los sindicatos de los trabajadores retrasen a los propios ecuatorianos. Los cambios ya están sucediendo. Por ello, es urgente construir una nueva política laboral, propositiva, con acuerdos. El empleo en el Ecuador no puede ser un privilegio de pocos.
