El matrimonio Troya-Correa fue un acto de amor y rebeldía
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Las activistas Pamela Troya y Gabriela Correa se casaron ayer. Durante seis años lucharon contra el sistema político y judicial para abrir el camino al matrimonio igualitario.

Una fecha simbólica. Pamela Troya y Gabriela Correa contrajeron matrimonio en Quito. Lo hicieron, ayer, en la sede de San Blas del Registro Civil, ubicado en el centro de Quito. Las nuevas esposas son las más reconocidas activistas del matrimonio igualitario. Durante seis años sostuvieron que el negar esa posibilidad a parejas del mismo sexo era atentar contra los Derechos Humanos. Ellas decidieron hacerlo el mismo día, cinco de agosto, que recibieron una negativa para hacerlo porque debían ser hombre y mujer. Ese episodio ocurrió en el 2013.

Pamela la conoció hace más de 10 años. Pamela Troya es una comunicadora quiteña que ha sido vehemente en defender el derecho al matrimonio igualitario. La impulsó también el sentimiento que tiene por su pareja, Gabriela. Y pudo casarse luego que la Corte Constitucional decidiera dar luz verde para ese tipo de uniones. En la ceremonia ella recordó cómo conoció a su pareja. Amor a primera vista hace más de 10 años, dijo. El amor de ellas se convirtió en rebeldía ante una realidad jurídica que no les permitía estar juntas como cualquier otra pareja. Esta ya cambió y ambas, Pamela y Gabriela, fueron pioneras.
Las activistas que abrieron camino. Ellas iniciaron la demanda para que el Estado permita el matrimonio igualitario. Lo hicieron con ayuda de juristas especialistas en Derechos Humanos y contaron con el apoyo de personas de distintas áreas, periodistas, políticos, juristas y organizaciones de la sociedad civil. Con la demanda ganada también ayudaron a otras parejas, que ya pueden adoptar el camino del matrimonio en Ecuador. Ayer fue el matrimonio civil y las dos se ofrecieron el ‘Sí, acepto’. La fiesta será el jueves, en las afueras de Quito.