El ecuatoriano transformó su forma de consumir
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La encuestadora Ipsos presenta en detalle cómo el Covid-19 impactó en los hábitos de consumo de los ecuatorianos. El ahorro se perfila como una prioridad.

La empresa multinacional de investigación Ipsos realizó una encuesta multi técnica que mide los cambios en las tendencias de consumo en los ecuatorianos durante la crisis sanitaria por el Covid-19, los resultados manejados de las encuestas tomadas hasta el 9 de abril reflejan la siguiente realidad.
Con respecto a los cambios en la frecuencia de compra se pueden un incremento en la compra de alimentos, el 58% de los ciudadanos habría aumentado su compra, un 28% mantenido y en un 14% de la población compró menos. La gerente regional de Ipsos, Cristina Páez, comenta que estos resultados se deben a una compra por impulso derivada del temor y la incertidumbre. El temor al desabastecimiento y a la aplicación restricciones mayores en relación a la movilidad, y el no poder abastecerse lo suficiente para pasar el confinamiento, provocó esto en los sectores medio y alto. En los niveles socioeconómicos más bajos no se ve este incremento debido a que no tienen los recursos necesarios para una sobre adquisición de alimentos, a pesar de tener también el mismo sentimiento de miedo ante la situación. Este comportamiento devendría, según la especialista, en un deseo de sentir control y seguridad.

Por otro lado, se observa un crecimiento importante relacionado con los productos de limpieza. En este caso, el 48% de los encuestados afirma haber aumentado su frecuencia habitual de compra, el 39% mantenido y el 13% haberlo disminuido. Para la representante de Ipsos, esta tendencia respondería a que, por un lado, el Covid19 presenta la necesidad de una atención especial a la higiene, lo que hace que inconscientemente busquemos que todo nuestro ambiente esté impecable. Por otro lado, el tiempo que las familias pasan en casa facilita para que los hogares se encuentren más nítidos que nunca, y además hay una necesidad de mantener el orden alrededor en lo que podemos controlar. En los niveles socioeconómicos más bajos este efecto se refleja en el aumento del consumo del cloro y no tanto en otro tipo de desinfectantes.
También, la investigación de Ipsos confirma cambios en el comportamiento de compra de los ecuatorianos, sobre todo en los canales que usan para la compra de productos. El 49% de las personas afirman hacer más uso de las tiendas de barrio; un 36% que las ha utilizado poco y un 16% que no han hecho uso de ellas. Las fruterías también registran un alto número de uso con un 42%. Por otro lado con respecto a los supermercados el 38% afirma utilizarlo mucho, un porcentaje mayor, 41% dice que lo ha utilizado poco y un 22%, nada. En el caso de restaurantes tan sólo el 1% ha hecho uso de ellos con frecuencia, un 15% en menor frecuencia y un 84% no ha utilizado nada.

En la encuesta hay una variante que mide la intención de compra de los ecuatorianos. Un 60% por ciento afirma que cambiará totalmente sus gastos, un 33% que los cambiará un poco y un 7% que no planea cambiar sus hábitos de gasto. El grupo que afirma cambiará totalmente sus gastos (el 60% de ecuatorianos) realizó una selección múltiple de los principales productos o servicios en los que gastará su dinero después de superar la crisis del Covid-19. En primer lugar con un 78% de selección está el consumo en productos ecuatorianos; con un 56% está la contratación de un seguro médico; paseos y diversión se ubica con un 48%; y un 45% en comida de restaurantes.
Según Páez, lo importante de estas cifras, es que reflejan en la conciencia de la gente un cambio declarado en sus prioridades de gasto. Entonces, la intención de la gente, según la especialista, estaría encaminada en un apoyo al producto ecuatoriano, “para ayudar a sacar adelante al país”. También se refleja un sentimiento de riesgo sanitario, que se traduce en la necesidad buscar servicios de salud privados y, finalmente, el deseo de vivir experiencias placenteras y volver a disfrutar de lo que hacían antes de la pandemia.

Otro dato relevante a tomar en cuenta son las prioridades en el comportamiento y consumo en las familias ecuatorianas una vez superada la crisis. En un 94% se consideró importante para su vida y la de su familia, el ahorro de dinero; en un 35%, la compra de un seguro de salud; y en un 20% es importante un seguro exequial. Para Cristina Paéz esta crisis tomó a la gente desprevenida. “Les invitó a replantearse las prioridades de la vida. Al ver casos de cerca de familiares, o amigos que han tenido problemas al carecer de ahorros, seguros médicos o exequiales”, dijo. Según la gerente de la encuestadora, en el Ecuador no existía una cultura de previsión; incluso hoy se ve que en las clases más bajas es difícil exigir una cultura de ahorro cuando viven el día a día. Sin embargo, en las clases medias, “aunque viven apretados”, se ha creado una conciencia de priorizar los ahorros.