La empresa necesita de desarrollo sostenible en la era de la COVID-19
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Sin lugar a dudas, el sector privado requiere de empresas más sostenibles, pero también de líderes reales, de carne y hueso, que transmitan confianza y seguridad. La ética es imprescindible.

El Desarrollo Sostenible busca satisfacer nuestras necesidades actuales con los recursos del planeta, sin mermar el derecho a satisfacer sus necesidades a las generaciones futuras. Así, la sostenibilidad corporativa no debería verse afectada por la pandemia que estamos viviendo actualmente, pero muchas veces la teoría dista de la realidad.
La COVID-19 nos tomó a todos por sorpresa, y algunas empresas estaban en mejores condiciones que otras. Está pandemia puso en evidencia lo bueno y lo malo no solo de los seres humanos, sino también la manera en la que muchos líderes empresariales tomaron decisiones frente a una crisis global. Más allá de juzgar las decisiones tomadas, tanto a nivel individual como organizacional en momentos de incertidumbre, se trata de entender como queda el mundo empresarial ahora, cuando la pérdida de confianza en los entes de gobierno, y la estabilidad del sistema económico tambalea; las decisiones que toma el sector privado impactarán en gran medida en nuestro futuro como sociedad.
Sí, el coronavirus nos ha hecho sentirnos más vulnerables, pero también más humanos y sociales. Sus efectos, en la totalidad, están aún por ser determinados, y todos los actores: empresas, gobierno, sociedad civil, academia, y ciudadanía nos estamos replanteando la función que tendremos en el nuevo escenario mundial. Muchos entes supranacionales, como el Parlamento Europeo han hecho un llamado a la implicación necesaria de todos los stakeholders, sobre todo de las empresa, para lograr una transformación integral, tan necesaria en materia de derechos humanos y medio ambiente; para prevenir y mitigar futuras crisis, buscando a toda costa garantizar cadenas de valor sostenibles.
Los empresarios, esos business decision makers que representan al sector empresarial ecuatoriano, tienen un gran reto, y es entender que esta crisis cambió el sentimiento de los clientes; los consumidores de productos y servicios ahora se ven y se sienten más vulnerables, y quieren confiar en sus marcas. Las empresas en la era post COVID-19 implementarán diferentes estrategias para evitar erosionar la confianza y seguridad, valores de marca clave para el futuro de los negocios.
El Ecuador necesita un sector empresarial robusto, con soluciones éticas, y solidarias, pero sobre todo colaborativas para enfrentar los efectos negativos de la pandemia. Sí, los aprendizajes serán muchos, pero deben trascender a la crisis, ser integrados en la realidad de las organizaciones, motivando cambios en la cultura y liderazgo corporativo. Todo esto en favor de modelos económicos robustos, sostenibles y con el ser humano en el centro. El resultado será construir un nuevo tejido empresarial resiliente, más preparado y capaz de reponerse con mayor agilidad a futuras crisis. El cambio es constante, y hoy lo hemos vivido abruptamente, pero eso no nos quita la esperanza de un futuro mejor.
- La autora es Consultora en Sostenibilidad Corporativa