Dos iniciativas de diseñadoras y costureras ayudan al personal de Salud que está en la primera línea
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Dos grupos de profesionales y artesanas elaboran los implementos médicos para que los profesionales de la Salud puedan trabajar protegidos. En medio de la emergencia la solidaridad y la buena voluntad visibilizan la esperanza en la sociedad ecuatoriana.

El coronavirus no sólo despertó la alarmas de los gobiernos de todos los países, sino el corazón solidario de ciudadanos de a pie y profesionales que, frente a las adversidades, toman acción para brindar su pronta ayuda.
A inicios del mes de marzo en Ecuador empezó a estallar la pandemia del coronavirus, la crisis sanitaria mostró a un sistema de salud con recursos insuficientes, y pronto los contagios y muertes comenzaron a colapsar el sistema entero. Los recursos de productos e insumos médicos empezaron a escasear y, sobre todo, los equipos de protección para médicos y enfermeras.
Los profesionales de mandil blanco empezaron una campaña mediática en redes sociales donde mostraban la inseguridad en la cual ejercían su labor, la más noble e importante en estos tiempos. Sin equipamiento de seguridad suficiente, sin mascarillas y batas de protección, la preocupación empezó a incrementar cuando los medios de comunicación revelaban que ya varios de ellos se habían contagiado por el virus.
Las autoridades, en contrarreloj, intentaban conseguir la compra de los insumos, sin embargo las compras públicas se vieron escandalizadas por un intento de adquisición con sobreprecio.
Es así que la ciudadanía empezó a actuar. Un grupo de diseñadores y profesionales en corte y confección crearon iniciativas para proveer a los profesionales de mandil blanco de los equipos de protección necesarios para un trabajo seguro y eficiente. Una de estas iniciativas lleva por nombre #YoCosoPorMiPaís. La idea nació en Twitter cuando Gabriela Rodriguez Vásconez, oriunda de Ambato, tuiteo que ponía a las órdenes su oficio como diseñadora para confeccionar las prendas siempre y cuando alguien pudiera proporcionar los materiales para la costura.
La ayuda no se hizo esperar, varias personas quisieron contribuir a la causa y es así que lograron crear equipos de costura en Guayaquil, Quito y Ambato, el sector civil empezó a donar y un grupo de mujeres conformada por María Gracia Saltos, Paola Velez, Andrea Ramos y Karina Durán, junto con Gabriela, se encargaron de la logística que consistía en el traslado de donaciones, materiales de costura, telas y de las piezas cortadas listas para el ensamble; todo esto en medio de un país paralizado y en toque de queda. La tarea titánica rindió sus frutos, la mano de obra fue donada por maestras de costura que dedicaron horas y días de trabajo para la protección de nuestros guardianes de la salud.

El equipo de Yo Coso Por Mi País creó dos clases de kits de seguridad valorados en el mercado por unos USD 10 dólares, sin embargo gracias al trabajo y materiales donados el precio de producción llega entre apenas los USD 2 y USD 2.50. Uno con bata pantalón, dos mascarillas y cubrezapatos; y otro conformado por un mameluco de seguridad y dos mascarillas. Los implementos son hechos con la tela cambrella quirúrgica SMS. Hasta el momento, ya se realizó entrega de 211 kits en Guayaquil, 150 en Quito y 450 kits de protección en Ambato. La próxima entrega de 1000 kits está programado en las siguientes semanas con destino a Guayaquil y Quito una vez se termine el ensamble de las piezas que están en la fase de confección, trabajo donado por la fábrica de implementos deportivos Tatoo.
Pero esta no es la única iniciativa de este tipo, Criterios conversó con Anabel López, diseñadora y máster en moda especializada en España y Argentina y vocera de Alas para Ecuador, proyecto que también busca dotar de seguridad a los miembros del sistema sanitario del país, y de dar empleo a mujeres costureras durante la crisis. Esta iniciativa nació hace un mes y medio como una idea de Fausto Altamirano diseñador de la marca Baccio y un grupo de compatriotas radicados en Miami. Juntos contactaron a diseñadores reconocidos del país para formar equipos de confección para este tipo de indumentaria de seguridad.
Su objetivo fue la producción de trajes enterizos de protección y donación de visores. La primera entrega de 1000 trajes se realizó en hospitales de Guayaquil y la segunda entrega de 1850 trajes, serán enviados a varios centros hospitalarios de Quito, Guayaquil y a la Policía Nacional, uno de sus aliados en el traslado de material e insumos para la confección. La iniciativa se sustenta de las donaciones monetarias y de material para la confección de estos trajes, cuyo costo de confección oscila entre los USD 7 y USD 8 por unidad.
Actualmente, producen la tercera entrega, sin embargo, hacen falta recursos para terminar su producción y pagar la mano de obra de las mujeres que, mediante su trabajo de costura, buscan también ganar su sustento económico en medio de la crisis que el país atraviesa. El programa Alas para Ecuador, cuenta con una web, para realizar donaciones.