Combatir el Covid-19 con la cultura de aseo y la ayuda de la Fuerza Pública
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En la emergencia, la Fuerza Pública tiene que cumplir su papel de garantizar la seguridad interna y, en este drama, desplegar unidades.

El Ecuador está en emergencia sanitaria por el Covid-19, generado en China Popular, pero la única forma de enfrentarlo, hasta el desarrollo de la vacuna, es generando y apropiándonos de una cultura específica de aseo.
Un país sin cultura de aseo está obligado hacerlo en esta emergencia, y las autoridades y la Fuerza Pública, están llamadas a ser persuasivas con la población en el uso de mascarillas. El mercado tiene que ofertar lo suficiente, hasta que la vacuna llegue, y ser rigurosos en el lavado de manos. Su cumplimento estricto devolverá cierta dinamia económica y social al Ecuador.
La Fuerza Publica no podría ir mas allá del papel que cumple, porque lastimosamente fue debilitada en casi toda su estructura, incluyendo la posibilidad de confeccionar mascarillas, mandiles, guantes, porque desaparecieron FAME.
En la emergencia, la Fuerza Pública tiene que cumplir su papel de garantizar la seguridad interna y, en este drama, desplegar unidades para trasladar indigentes a sitios de acogimiento y persuadir a quienes incumplen el uso de mascarillas.
Si se amplia el Estado de Emergencia, de los términos ya decretados, irremediablemente llegará la desesperación y posible vandalismo, que sería terrible. Pensemos en casi 7 millones de trabajadores sin empleo fijo, por lo que la dinamia del COE debe orientarse a obtener suficientes mascarillas para la población y obligar su uso, como el frecuente lavado de manos.
La generación de la cultura de aseo, como la de concurrir a los centros de abasto sin familia, guardar distancias y adquirir lo necesario para una semana o más tiempo, son imperativo. Asimismo, evitar concentraciones de ciudadanos, porque la economía no puede detenerse; los agentes de la economía deben valorar sus estructuras de precios con la situación.
Con la estricta norma de aseo, el enemigo afectará solo a quienes no la siguen. Matemos el virus con aseo: tapándonos la nariz y la boca, lavándonos las manos y observando otras normas de salubridad. Enfrentemos la pandemia con una cultura de aseo para preservar nuestra existencia, porque la vida sigue y debemos disfrutarla.