El cáñamo como negocio hacia el futuro
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La planta puede industrializarse y potenciar la economía del país. Conozca los desafíos y oportunidades, aquí.

‘Icen las velas’, ‘Ama al prójimo como a ti mismo’, ‘Nosotros el Pueblo (We the People)’. ¿Qué podrían tener en común estas expresiones? El común denominador es que guardan relación directa con el cáñamo. Las velas de los barcos de Cristóbal Colón, la primera Biblia recopilada, la bandera estadounidense, la declaración de la independencia y la Constitución de Estados Unidos fueron escritas en papel fabricado con fibra de cáñamo. Se conoce que China lo empezó a cultivar desde hace unos 8 000 años. En España se cultivó durante varios siglos, con reconocimiento oficial. La desaparición de su cultivo comenzó a raíz de una confusa política de prohibición de la marihuana, que afectó directamente al cáñamo, en los años 1930 en Estados Unidos y en el resto del mundo.
La marihuana y el cáñamo son miembros de la familia de plantas de cannabis, por lo que comparten muchas características. Sin embargo, existe una diferencia crucial entre las dos y es la cantidad del componente psicoactivo tetrahidrocannabinol (THC) que produce cada planta. Mientras la marihuana puede contener hasta un 30% de THC, el cáñamo no contiene más del 0.3%, con lo que sería imposible drogarse. A diferencia del THC, no se reconoce que el cannabidiol (CBD) cause ningún efecto psicoactivo, y por esa razón, es atractivo para aquellos que desean evitar el alto contenido de THC pero desean disfrutar de los numerosos beneficios para la salud del CBD.
El cannabidiol es un cannabinoide natural no intoxicante que se encuentra en el cannabis. Es uno de los, al menos, 113 cannabinoides que se encuentran en las plantas de cáñamo. Se descubrió por primera vez en 1940 e, inicialmente, había poca o ninguna idea de que sería un compuesto útil en el tratamiento de muchas dolencias. Tiene beneficios curativos potenciales, que incluyen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, supresoras de las convulsiones y ansiolíticos.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos posee una patente titulada: “Cannabinoides como antioxidantes y neuroprotectores” y afirman que: «Se ha descubierto que los cannabinoides tienen propiedades antioxidantes, no relacionadas con el antagonismo del receptor de NMDA. Esta nueva propiedad encontrada hace que los cannabinoides sean útiles en el tratamiento y la profilaxis de una amplia variedad de enfermedades asociadas a la oxidación, como las enfermedades isquémicas, relacionadas con la edad, inflamatorias y autoinmunes. Se ha encontrado que los cannabinoides tienen una aplicación particular como neuroprotectores, por ejemplo, para limitar el daño neurológico después de lesiones isquémicas, como derrame cerebral y trauma, o en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la demencia por VIH.”
La legalidad del CBD derivado de cáñamo en Estados Unidos
Los productos de cáñamo son completamente legales y están disponibles en todo tipo de industrias y tiendas en Estados Unidos. El CBD del cáñamo no tiene efectos psicoactivos, por tanto, la compra, venta o posesión de productos son completamente legales en los 50 estados de EE. UU. El CBD derivado de la marihuana, se considera un subproducto de la marihuana y se juzga en consecuencia. En algunos estados, este es completamente legal, mientras que en otros, es ilegal. Esta diferencia política ha causado una gran confusión para los consumidores.
El gran debate sobre el Cannabis medicinal en el Ecuador no está exento de las confusiones que existen en la mayoría de países donde se ha adoptado una legislación permisiva para el cultivo sea de marihuana o del cáñamo. Es lamentable, y hasta vergonzoso, que nuestros legisladores no se tomen el tiempo de investigar a profundidad lo que están debatiendo en la Asamblea Nacional. Las contiendas políticas, los odios personales, la falta de conocimiento, entre otras razones, han llevado a prohibir el cultivo de marihuana para temas medicinales en Ecuador.
¿Qué pasará con el cáñamo? ¿Será que el Ecuador es un país donde el enfrentamiento político vencerá a la necesidad urgente de crear fuentes de trabajo e ingresos para hacer frente a la grave crisis económica que vivimos en la actualidad en nuestro país?
Es igual de preocupante el desconocimiento de los legisladores del ordenamiento jurídico. Mientras se debate el Código Orgánico de Salud (COS), ya existe la Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno Socio Económico de las Drogas y de Regulación y Control del Uso de Sustancias Sujetas a Fiscalización y su Reglamento. En el capítulo VIII del Reglamento se establecen las reglas para la siembra, cultivo y cosecha de plantas que contengan sustancias sujetas a fiscalización. Claramente se establece en el Artículo No.38 del Reglamento lo siguiente:
“Autorización.- La Secretaría Técnica de Drogas SETED, autorizará, previo el cumplimiento de los requisitos establecidos en este Reglamento, la siembra, cultivo y cosecha de plantas que contengan principios activos de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, para los siguientes fines: 1. Industriales no farmacéuticos, que podrá ser otorgada a personas naturales y jurídicas públicas o privadas. 2. Adiestramiento, que podrá ser otorgada a las entidades públicas encargadas del control de la producción y tráfico ilícitos de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización. 3. Investigación científica no médica, que podrá ser otorgada a las entidades que integran el sistema de educación superior, así como a los centros públicos y privados de investigación, en coordinación con el ente rector de educación superior, ciencia, tecnología e innovación”.
Las reglas del juego ya han sido establecidas. Si el cáñamo, por tener una insignificante presencia de THC debe pasar los filtros que la Ley y el Reglamento citados exigen, los empresarios que estamos impulsando este cultivo lo aceptamos.
La sociedad ecuatoriana aún está en desarrollo y estamos saliendo de una crisis política que nos ha dejado divididos, enemistados, con odios, con resentimientos que nos están perjudicando a todos. Seguimos en el mismo hueco que hace décadas. Estamos dejando pasar la oportunidad para que Ecuador salga adelante por sus propios méritos, sin necesidad de créditos o de acuerdos políticos internacionales, solo gracias a sus privilegios geográficos y climáticos.
La Asamblea Nacional, los Ministros de Estado y el Presidente de la República, están ante la decisión de seguir acabando con nuestros recursos naturales al concesionar más territorios para la explotación de minas y petróleo, cuando sabemos que el mundo está cambiando de matriz productiva. Cientos de empresas han entrado al “boom” del cáñamo. Ecuador puede ser reconocido como el país donde se siembra el mejor cáñamo. Algunos especialistas lo ven como el nuevo petróleo, ya que existe un gran número de derivados como los siguientes:

- Fibras textiles y cordajes, de gran resistencia. Fácil y ligero para llevar.
- Semillas y aceites ricos en grasas (incluyendo omega 3) y proteínas (un 34 % aproximadamente).
- Combustibles ecológicos (biocombustibles), lubricantes y bioplásticos.
- Materiales para bioconstrucción de gran resistencia.
- Celulosa para papel
- Aplicaciones medicinales y cosméticas de los aceites.
- Materiales aislantes, piezas plásticas y textiles para automóviles como en la marca Audi y BMW, entre otras.
- Ropa, comida, casa, muebles, aceite nutritivo, forraje para animales, biomasa para calefacción, jabón, champú, esteras, sacos, aislantes, plásticos, fieltros, pinturas y barnices, combustibles y lubricantes, geotextiles contra erosión, campos de cultivo para purificación de agua, enriquecedor de suelo, tutor de leguminosas, etc.
En algunos países (Francia, Canadá, Suecia, Estados Unidos) existen industrias específicas dedicadas a la producción de derivados de calidad del cáñamo. No quiero entrar en el debate sobre el Código de la Salud, simplemente hago un llamado a los partidos políticos, a los sectores empresariales, a la gente de industria, a los gremios y a la sociedad para que nos informemos y no dejemos escapar una oportunidad tan grande de construir un país más equitativo y seguro para todos.