Choque de trenes y… carromatos
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Un buen líder político es una locomotora porque tiene fuerza, arrastra mucha gente y no se aparta de su camino. El peligro es que se encuentre con otra locomotora y se produzca un cheque de trenes. Los políticos pueden sumar fuerzas o destruirse mutuamente.

Cuando había en el país políticos importantes, instruidos y con liderazgo, era fascinante seguir las sesiones legislativas porque había buenos oradores y la lucha política era algo de lo que se podía aprender mucho.
Recuerdo de un partido que tenía dos líderes de gran capacidad, pero nunca actuaban juntos. Un día le pregunté a uno de ellos por qué no unían fuerzas y capacidades para mejorar la presencia de su partido en el congreso. Me contestó que no podía recibir órdenes de su compañero, que él no había nacido para ser número dos de nadie. Estaba claro: dos locomotoras que jalan juntas arrastran muchos vagones, si van en sentido contrario, hay choque de trenes.
El cuento chino de Rafael Correa
Ya no hay choque de trenes en la Asamblea Nacional porque ya no hay locomotoras, solo hay carretas desvencijadas que no saben a dónde van. Todos los caminos son iguales para el que no sabe a dónde va, por eso unas veces están de un lado, otras veces de otro, según sople el viento, ordene el cacique o convenga a los intereses.
Los carromatos del Consejo de Participación Ciudadana
Todavía hay vanidades de tamaño heroico que hacen daño a su propia imagen, a sus víctimas y a su propio partido, pero ya nadie da explicaciones de nada. El Consejo de Participación Ciudadana, por ejemplo, tenía una mayoría de cuatro contra tres, adversa al gobierno. Una consejera se cambió de bando y cambió la mayoría a favor del gobierno.
Nadie pregunta a cambio de qué se mudó de bando, si es una conversa o una apóstata, si estaba equivocada antes o ahora, si es por humildad o por vanidad. Esa carreta que cambió de dirección va repleta de funcionarios de alto nivel: contralor, fiscal, superintendentes, todos encargados de la vigilancia. Según quien les nombre serán águilas a cuya visión nada escapa o serán ciegos a quienes todo se les escapa.
Problema internacional
Los partidos políticos, que están podridos en todas partes, han dado estos días un espectáculo pestilente en España. El Partido Popular, principal partido de oposición, destinado a heredar el poder que está en manos de la izquierda, acaba de inmolarse en una pira de vanidades.
Lo advierten desde la legislatura. ¿El Ejecutivo disolverá la Asamblea Nacional?
Isabel Díaz Ayuso, nueva estrella de la política, obtuvo una victoria aplastante en las elecciones regionales desatando inmediatamente la envidia y el temor del presidente nacional del partido. Aparecieron los políticos Fouché en ambos bandos para hacer su tarea: intrigar, adular, espiar, acusar, destruir. Un choque de trenes del que saldrá inservible uno de los dos, o ambos.

Es curioso el caso de España porque el gobierno y la oposición, ambos tienen al enemigo adentro. El gobierno está aliado con los separatistas, con los herederos de los terroristas, con los comunistas; todos los enemigos del Estado, de la Monarquía, de la democracia, del propio gobierno. La oposición tiene adentro a los disidentes, a los resentidos, a los ambiciosos y a los incompetentes en una guerra a muerte entre ellos.
Gobernar con los enemigos
Pasa lo mismo en nuestro país que tiene, no una docena sino tres centenas de organizaciones políticas. Alguna vez le observaron al expresidente Correa que había nombrado a un amigo para alguna función y contestó: y ¿qué quiere, que gobierne con los enemigos? El argumento es falso porque los funcionarios públicos no tienen que ser amigos ni enemigos sino profesionales que cumplen la ley; más en el caso de los organismos de control que tienen la función de vigilar y sancionar cuando hay violaciones legales. El expresidente, sin embargo, estableció mecanismos legales no solo para nombrar funcionarios de control serviciales, sino que pretendió dejar nombrados los funcionarios que vigilarían a los gobiernos posteriores.
El presidente Moreno se dio modos para colocar funcionarios de control a su servicio y el actual presidente está consiguiendo, con nuevos mecanismos, igual resultado. Ya tiene el Consejo de Participación ciudadana que nombrará funcionarios a gusto del gobierno, tendrá también Contralor, Fiscal, superintendentes nombrados de apuro por el CPCCS antes de una eventual destitución en el Asamblea Nacional. Los diputados opositores se sentirán con las manos atadas por las leyes y reglamentos y estarán buscando mecanismos para evitar los nombramientos.