Escribe para buscar

Criterios Debate

Consulta Popular con mentalidad de tiburón

Compartir

La mentalidad de “tiburón” de los miembros del equipo de gobierno nos ha puesto a las puertas de una consulta popular que, en poco o en nada cambiará los problemas del país.

Foto: Jonathan Miranda – Flickr Presidencia de la República

Existe una técnica de programación neurolingüística muy utilizada en el área comercial que sostiene que, si el vendedor logra sacar tres “SI” de un posible cliente en la conversación previa, la probabilidad de que en el cierre de la negociación la respuesta sea “SI”, se eleva sustancialmente. Generalmente a este espíritu empresarial la gente lo llama mentalidad de tiburón y muchas veces se usa en forma cómica para describir a quienes empiezan en el mundo de los negocios.

Ocho preguntas para la Consulta Popular

Al parecer el gobierno nos tiene en una situación parecida a la descrita anteriormente. La mentalidad de “tiburón” de los miembros del equipo de gobierno nos ha puesto a las puertas de una consulta popular que, en poco o en nada cambiará los problemas del país, pero que tiene como intención última empujar el “SI” a los candidatos oficialistas para las elecciones seccionales del 2023 y rescatar algo del paupérrimo capital político con el que cuentan actualmente.

Como “buenos negociadores” se les ocurrió esta nueva y genial “jugada maestra” con la que, utilizando inescrupulosamente los graves problemas nacionales y la desesperación generalizada, desean obtener una respuesta positiva para maquillar la verdadera condición del gobierno frente a sus mandantes. Esta técnica con la que nos quieren vender una solución mágica, al estilo del “te milagroso para bajar de peso en dos semanas” no toma en cuenta que el “consumidor” puede ser manipulado solo temporalmente, pues más temprano que tarde, los malos productos se muestran tal cual son.

Una consulta de corte populista que le dice a la gente lo que quiere oír, pero que no ofrece las respuestas que realmente necesita para mejorar sus problemas, no solo carece de ética sino de inteligencia política, pues eso más temprano que tarde se hará evidente pese a que triunfe el SI en la consulta.

Una muestra de esto son las preguntas sobre de la seguridad y la justicia que plantea la consulta de Lasso. Pretender destinar a los militares a la seguridad interna, no solo que seguramente será rechazado por la Corte Constitucional, sino que, de ser aprobado, no mejoraría en nada la situación actual. Se plantea enviar a los militares para “ayudar a la policía” a combatir el crimen organizado, pero se olvidan que los elementos del ejército no han sido formados para estos temas.

Además, si se quiere ayudar a las fuerzas policiales para combatir el crimen, debería iniciarse con un proceso de fortalecimiento de la policía, proveyéndoles de armas, balas, chalecos o gasolina para los patrulleros, cosas para las cuales no hace falta una consulta popular sino solo voluntad política y un poco de sensibilidad social que evidentemente no existe.

Además, el sistema de justicia que es una verdadera vergüenza en el Ecuador, ni si quiera se menciona. Es decir, aunque los policías y militares sometan a los delincuentes y pongan de rodillas al crimen organizado (lo cual tristemente aún es utópico), no serviría de nada pues estos criminales saldrían de las cárceles más rápido de lo que entraron con los jueces de “lujo” que tenemos. Sería un trabajo infructuoso de las fuerzas del orden que arriesgarían su vida en vano. En conclusión, sobre seguridad no hay solución alguna. Bien hiciera el gobierno en gestionar un porcentaje de los cerca de 40 millones de dólares que piensa GASTAR en la consulta, en poner gasolina en los carritos viejos de la policía y darles un buen cursito de tiro con balas incluidas.

Y del resto de pregunta mejor ni hablemos. Lo dejamos para una siguiente ocasión.

Contenido relacionado

Etiquetas:

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *