La diseñadora ecuatoriana que conquista el mercado asiático
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Anabel López pudo conjugar la cultura latina y asiática para producir piezas únicas, apetecidas, especialmente, en Corea del Sur. En ese país crece.

López es una diseñadora ecuatoriana que fundó su propia marca en 2005, en Quito. Vivió en distintos países como España, Argentina y Corea del Sur, por tanto, tiene la posibilidad de presentar sus colecciones en diferentes países. Su objetivo es despojar a la moda de su carácter más frívolo y acercarla a una mujer multifacética, a través de un ensamble de particularidades de dos culturas llenas de riqueza.


La diseñadora, quien desde el 2007 se mueve entre Quito y Seúl, mira como un reto interesante el adaptarse a un mercado diferente sin perder la estética que siempre ha caracterizado a su marca. Su inspiración nace de las mujeres de ambas culturas, que teniendo un matiz distinto y hasta opuesto, se complementan, dice. Sus colecciones conjugan la feminidad, elegancia y delicadeza de la mujer asiática, con la fortaleza, sensualidad y empuje de la latina. Para expresar esto, cuenta la diseñadora, su colección contiene prendas muy delicadas y vaporosas hechas en estampados florales que usan como complemento chaquetas más estructuradas tipo militar, cinturones tipo corset que marcan mucho la cintura latina, y escotes en piernas.

Soy una diseñadora rebelde, no me gusta seguir tendencias, prefiero ser más antagónica y seguir mis propias tendencias.

López comenta que su ingreso al mercado coreano surgió a raíz de una reunión organizada por la Embajada de Ecuador en ese país. Allí conoció a quién después la invitaría a formar parte de Pro-Ecuador, donde se realizó el primer Fashion Showcase ecuatoriano en Corea del Sur. Este evento tuvo gran repercusión mediática y, por lo tanto, en su carrera como diseñadora.


Para López, la moda es un medio de expresión del ser interior de cada persona y, si todos somos diferentes, no hay por qué verse igual, dice. En ese sentido, su marca mantiene su espíritu y su esencia, no se rige a patrones estéticos del exterior. La diseñadora no busca competir con las grandes marcas de moda, su objetivo no son los mercados masivos, ni clientes que siguen tendencias; por el contrario, su meta es vender ropa para mujeres que les guste diferenciarse. Corea del Sur tiene 54,5 millones de personas aproximadamente y apuntar aunque sea a una mínima parte del mercado, ya es bastante, dice la diseñadora que ha vestido a estrellas de K-Pop (música pop coreano), por ejemplo, que al estar en el mundo del espectáculo siempre buscan verse diferente.


Actualmente, la diseñadora ecuatoriana se prepara para el próximo ProEcuador en China en donde participará en el Fashion Week de Guangdong, con una nueva colección.