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Caso Sobornos: La exjueza constitucional, Pamela Martínez, subió la guardia y atacó a su examigo Rafael Correa

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Pamela Martínez confesó que los USD 6 000 que entregó a Rafael Correa, como préstamo, fueron de los sobrantes del dinero que entregaron las empresas. Además, que decenas de miles de dólares fueron para Viviana Bonilla, Alexis Mera y Galo Mora. Ayer fue su testimonio anticipado.

Fotos: Daniel Molineros – API

Pamela Martínez, la asesora de confianza de Rafael Correa, rindió su testimonio anticipado por el caso Sobornos 2012-2016, que son actos que fueron revelados por el portal digital La Fuente. Ella fue la persona que, según su asistente Laura Terán, ordenó que se creen los archivos digitales que ahora son la prueba más contundente contra la cúpula del correísmo. Incluido el expresidente, Rafael Correa.

Ella es la segunda persona que realizó este testimonio ante la Justicia. La primera fue Terán. El testimonio anticipado es una prueba verbal de testigos protegidos o informantes. El fin de esta audiencia es obtener más información real para el caso, que ayude a descubrir otras pruebas o contextualizarlas y, al final del proceso, obtener una reducción de la pena por ayudar a la Justicia.

Martínez fue asesora de Correa, una de las más íntimas. De Carondelet dio un sorpresivo salto a la Corte Constitucional. En 2015 llegó a ese alto tribunal con un puntaje perfecto: 100/100 (del que muchos contradictores de la revolución ciudadana desconfían). Es decir, fue una de las más altas autoridades de Justicia del país. En esa época también mantenía un programa de televisión sobre temas judiciales en TC Televisión, que todavía es manejada por el Gobierno.   

Ella estuvo, en el piso ocho de la Corte Nacional de Justicia, ante a la jueza Daniella Camacho y la Fiscal General, Diana Salazar. La audiencia inició a las 09:00. También asistieron otros 27 abogados, de la Procuraduría del Estado y de los otros acusados.

Pamela Martínez tiene 51 años. Ella, de inicio, pidió perdón a su familia cercana. Dijo que no se dio cuenta de que estaba siendo utilizada para recibir o entregar dinero que debía ser entregado directamente a los beneficiarios… Además, pidió perdón a Laura Terán y su familia al involucrarla, por pedirle que elabore los archivos digitales donde se registraron los aportes. Y, finalizó esa primera parte, pidiendo perdón a la ciudadanía.

Recordó que ingresó al gobierno de Correa, en marzo del 2007, porque lo conocía desde la juventud. Lo hizo porque tenía un recuerdo: “formábamos niños y jóvenes a quienes le inculcamos civismo, valores y amor a la naturaleza”, dijo la detenida por cohecho a las máximas autoridades penales del país.

Relató, según el acta de la audiencia, que el trabajo que hacía era, únicamente, receptar los pedidos de la ciudadanía para Correa, de todo tipo, y distribuirlos dentro del gobierno y hacia otras instituciones, para el seguimiento. A medida que pasaba el tiempo, señaló, el trabajo se multiplicó y debieron rentar una nueva oficina. Entonces, ella manejó dos espacios en los que se realizaban estás tareas. Terán siempre estuvo con ella.

En agosto del 2013, recordó, Correa la llamó para que cree un registro digital de los valores que se iban a manejar por la campaña. Confirmó en la audiencia que antes, cuando manejaba Ricardo Patiño, hubo mucha informalidad. Correa le dijo que Jorge Glas le iba a dar los detalles. Cuando pasó donde el exvicepresidente, ahora detenido en la cárcel de Latacunga por casos de corrupción, también estuvieron Vinicio Alvarado, María de los Ángeles Duarte, Walter Solis, Alexis Mera y otras personas.  Glas le indicó que los registros que pertenecía a Galo Mora, exsecretario de Alianza PAIS, trataban sobre tarimas, logística, sonido, banderas. Los de Alvarado sobre temas de publicidad, encuestas, spots y jingles. Al igual que Laura Terán, mencionó como intermediarios entre ella y la cúpula correísta a Paulina Proaño y Rolando Carrea, quienes no han sido vinculados a la investigación de la Fiscalía General. Proaño era quien alimentaba el archivo creado por Laura Terán. Lo hacía con facturas, unas originales y otras copias.

Luego relató un episodio de serie de Netflix. Alexis Mera llegó sorpresivamente a su despacho, en el edificio Unión, en Quito. Asegura que jamás llegaban altas autoridades a su oficina. Por eso, debió confirmar con el propio Correa el pedido: la entrega de dinero en efectivo de forma inmediata. Correa le dijo que para transferir ese dinero hable con Jorge, refiriéndose al Vicepresidente. Luego de algunos días la asesora de Glas, Olga Muentes, se comunicó con Martínez, según está escrito en el Acta de la audiencia del testimonio anticipado, quien “me indicó que el ingeniero Gerardo De Sousa, de la compañía Odebrecht, acudiría a las oficinas del edificio Concorde a dejarme el dinero solicitado por el doctor Mera, el mismo que debía ser entregado de inmediato”.

De Sousa hizo la entrega del dinero a Martínez. Entonces, la asesora de Correa llamó a Mera y este le dijo que se acerque a la otra oficina, en el Centro de la capital, que le quedaba más cerca. Así lo hizo, aseguró a la jueza suprema Daniella Camacho. Mera no retiró el dinero sino su asesor, Pedro Espinoza, quien tampoco está involucrado en el caso. De Sousa hizo varias entregas de dinero a Martínez. Y en algunas ocasiones, relató, estuvo acompañado de su jefe, José Santos.

Al parecer era habitual que Espinoza retire dinero de las oficinas de Martínez. En una de esas ocasiones, relató la exjueza Constitucional, Espinoza le comentó que los valores que retiraba en ese momento eran para un tema ambiental y que se reuniría con un doctor Fajardo. Ese nombre sería el de Pablo Fajardo, abogado ambientalista quien impulsó el caso contra Chevron.

Martínez, en una actitud similar a la Laura Terán, de confirmar la investigación que ha trazado la Fiscalía en este caso, dijo que Glas le comunicó que otras empresas le entregarían dinero, a más de Odebrecht: Fopeca, Sanrib, Equitesa, SK, Azul e Hidalgo & Hidalgo.     

Según el acta, ella habría entregado USD 200 000 a Alexis Mera, por intermedio de Pedro Espinoza; USD 300 000 a Viviana Bonilla a través de Christian Viteri y Gustavo Bucaram. USD 300 000 a María de los Ángeles Duarte a través de Yamil Massuh. Todo el dinero era de Odebrecht y Equitesa, aseguró.

Martínez dice sentirse estúpida por algunas de sus actuaciones. Y quiso salvarle el pellejo a su esposo, el abogado Jimmy Salazar. Asumió la responsabilidad de que algunas facturas de Nexoglobal, y de su marido, aparezcan como servicios a Odebrecht unos USD 160 000. Lo hizo sin su consentimiento, aseguró, y para cumplir con las exigencias contables de Jorge Glas… Su esposo estuvo en la sala de Audiencia y antes de la diligencia no quiso pronunciarse sobre el caso. Él tampoco está involucrado en el proceso.

Otro episodio que relató Martínez fue cuando llegó el abogado Jorge Alvear Icaza a su oficina. Alvear le dijo que llegaba para entregar dinero de la compañía CWE. Esta sería la compañía estatal China International Water & Electric Corp-CWE. Él dijo a Pamela Martínez: “Mijita no te traje el dinero porque aún no estamos de acuerdo con el porcentaje”. Martínez asegura que se intranquilizó porque pensó que se trataba de algo ilícito. Entonces, quiso reunirse con Correa inmediatamente, pero debio esperar hasta la noche. El entonces Presindete la recibió en su despacho y la sentó. Martínez le advitrió de la gravedad de lo que tenía que hablar. Y Correa le contestó: “Háblame al oído”. El dijo que Alvear, ya fallecido, le habló de la entrega de dinero y que pensaba que se trataba de una coima… Correa, relató en la audiencia, le comentó que si habló con Jorge y que debe ser una confusión.

Correa tiene orden de captura por el secuestro del político Fernando Balda y por este caso. Uno de los motivos es que recibió USD 6 000 de los fondos que llegaban ilegalmente de estas empresas. El expresidente asegura que era plata entregada voluntariamente por los coidearios, que no hay nada de irregular. Sin embargo, Martínez echó abajo el argumento de Correa. Aseguró ante las autoridades judiciales que ese dinero era de los sobrantes del dinero que entregaron las empresas. Es decir, los supuestos sobornos fueron directamente a la cuenta bancaria del expresidente, según el relato de su exasesora.  

Del testimonio de Martínez se desprende que Rafael Correa ya sintió lo que se venía. Luego de que Glas es condenado por el caso Odebrecht y de la victoria de Lenín Moreno en la Consulta Popular del 2018, Correa la llamó. Asegura que le preguntó si había destruido toda la información y recordó que tenía un flash memory. Habló con Terán quien le aseguró que no había vestigios, que incluso quiso recuperar una foto y que la computadora se dañó y se formateó. Al regresar a su casa, Martínez probó todas las memorias que tenía en su casa hasta que dio la correcta, donde está el archivo VERDE. Sumergió esa memoria en un vaso con agua.

Asegura que, luego, en este año, fue chantajeada por Christian Paredes, su excolaborador y compañero de Laura Terán, quien le aseguró que tenía información relacionada con los archivos que tenía de Terán. Ella dice que era la misma información que había recibido para el registro de las cuentas de Alianza PAIS. Es decir, los archivos digitales. Dice que no hizo caso a Paredes.

No obstante, a raíz de ese encuentro empezó a elaborar los cuadernos que, luego, la Policía encontró en su vivienda. Es decir, ella pasó a mano lo que contenían los archivos digitales. Confesó que es información que no guarda relación cronológica y que olvidó algunos detalles como la entrega de dinero a Viviana Bonilla. Esos son los cuadernos que escondió detrás de su chimenea por que no quería que la señora que ayudaba con la limpieza los descubriera.

Finalmente, aseguró ante los asistentes de sala de audiencias que ella no gestionó ni administró los dineros entregados por las compañías. Tampoco lo hizo con los beneficiarios, personas o empresas.

Estremecida, pidió nuevamente disculpas a su familia, a sus hijos adolescentes. A su esposo. Dice que los ha hecho sufrir. Pidió magnanimidad a las autoridades judiciales por haber sido utilizada por el correísmo.  

Hubo un receso en la audiencia. Luego de dos horas de sesión, la Jueza Camacho ordenó la reinstalación. Martínez contestó preguntas de su propia defensa judicial. La Fiscalía General no hizo preguntas. Y la procesada dijo que no contestaría más preguntas.

Entonces apareció el abogado del prófugo Walter Solís, Alembert Vera Rivera. Él también fue defensor, junto a su padre Gutemberg, del expresidente Rafael Correa. Le dijo a la Jueza Camacho que el testimonio viola la legislación y que carecería de valor. La audiencia, según el Acta, finalizó a las 11:20. Faltan dos testimonios. La jueza Camacho escuchará mañana a Gerardo De Sousa, desde las 15:00. Y, el viernes, hablará José Concencao Santos, ambos funcionarios de Odebrecht en Ecuador.

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