Santo Domingo recuerda la crisis carcelaria
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Según el ministro del Interior, Patricio Carrillo, se han levantado “45 piezas humanas y el resto podría tardar días”, tras una nueva masacre carcelaria registrada en Santo Domingo.

Fueron 18 días intensos de movilizaciones encabezadas por el Movimiento Indígena. Del 13 al 30 de junio, el país se paralizó y la violencia -aparentemente- también.
Tras alcanzar la “paz”, el Gobierno y la ciudadanía continuaron con sus actividades normales; sin embargo, 19 días después, una nueva tragedia sacudió al Gobierno y le recordó un problema que fue parte del pliego de peticiones durante las protestas. La Seguridad, temática que trata asaltos, delitos, narcotráfico y, por supuesto, las crisis carcelarias que han cobrado la vida de más de 400 personas en los últimos años.
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“La identificación de los presos asesinados el lunes (18 de julio de 2022) en una cárcel de Ecuador llevará días”, informó el ministro del Interior, Patricio Carrillo, después de una nueva masacre que se desató en el CPL de Santo Domingo. Hasta el momento han levantado 45 piezas humanas, que corresponden a 12 cadáveres, acotó Carrillo.
Este escenario ha pasado a ser una cifra más. Se volvió parte de la cotidianeidad en la información. Si bien los episodios se desatan con un tiempo de separación, no es nuevo escuchar de una “nueva masacre en una cárcel del país”.
Carrillo ha criticado duramente a la Policía Nacional por los actos de violencia que suceden en las cárceles y en las calles, pero la crítica -al contrario de ser una solución al problema- resulta que echa más leña al fuego.
Han dicho que se trata de pugnas por poder, por territorio, de narcotráfico. El problema -al parecer- está identificado, pero esto más allá de ser un aviso, una amenaza o advertencia, se trata de algo más profundo. Carrillo menciona los perfiles psicológicos de los asesinos, pero ¿se ha puesto el Gobierno en marcha para analizar estos y alcanzar finalmente la paz en los Centros de Privación de Libertad y en las calles?
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“Es una tarea pendiente”, escribió Carillo y sí, ciertamente es una tarea pendiente trabajar desde los aspectos psicológicos, psicosociales y culturales. Es una tarea pendiente conjugar los esfuerzos por brindar seguridad a la ciudadanía con los esfuerzos para que, en muchos sectores, dejen atrás la condición de “vulnerable” y cambien su realidad. Para que tengan una verdadera nueva oportunidad.
La cifra incrementa, las soluciones no
La masacre del lunes en la Cárcel Número 1 de la ciudad tropical de Santo Domingo de los Colorados, en el centro-norte de Ecuador, que dejó además dos heridos, elevó a más de 400 la cifra de fallecidos desde 2020 en el sistema penitenciario del país.
Aquel año (2020), fueron 46 los presos asesinados en sanguinarios enfrentamientos entre bandas rivales que, según han determinado las autoridades, se disputan el control interno de los CPL; sin embargo, en 2021 esta cifra se disparó hasta llegar a los 316 muertos. En lo que va de 2022, son 80 los presos que han muerto, en medio de una ola de sadismo y violencia que han quedado en evidencia a través de las redes sociales, pues son los propios internos quienes llaman, transmiten, publican fotos o videos de lo que sucede en esos momentos de miedo e incertidumbre.
Un marcado hacinamiento y la facilidad que tienen las bandas criminales para esconder armas en las prisiones han ubicado al sistema carcelario como uno de los focos críticos de una espiral de violencia, que incluso ha rebasado los perímetros de las prisiones.