Comunicar en tiempos de reinvención
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El desafío de innovación debe responderse con una estrategia. La comunicación corporativa, la gestión de reputación y la responsabilidad social no deben dejarse a un lado

El mundo ha tenido grandes transformaciones durante la historia de la humanidad. Hoy nos ha tocado vivir una contingencia que genera cambios para los que no estábamos preparados, como consecuencia de una crisis sanitaria global que se convierte en crisis económica, social y humana.
La suma de fenómenos que suceden nos obliga a reinventarnos, a innovar como organizaciones tanto públicas como privadas. Para lograr la reactivación de las organizaciones es preciso reconocer que la batalla del éxito institucional o empresarial se juega en gran parte en el terreno de la comunicación. De nada servirá renovar la gestión si no se comunica de manera asertiva y en el momento oportuno a todos los públicos objetivos, en especial a los clientes.
El momento coyuntural que vive el mundo ha provocado una gran alteración en el comportamiento del consumidor, sus habitos y prioridades. Por lo tanto, es prioritario enfocarse en la percepción y en las necesidades de los clientes que no pueden ser evaluados con los tradicionales indicadores.
Se debe comprender que el tipo de riesgo que vivimos en el momento genera mucho miedo y en la medida que las personas están enfocadas a la supervivivencia tienen poca disposición a escuchar otros mensajes. Debido a esto es imprescindible comunicar e interactuar con los públicos objetivos manteniendo una conversación y escuchando sus reacciones para generar confianza y fidelidad.
El desafío de innovación debe responderse con una estrategia digital a través de canales y medios acordes, que correspondan a la realidad de distancia y aislamiento físico que viven las personas. La comunicación debe ser proactiva frente a sus públicos objetivos.
Esta renovada comunicación corporativa es una inversión que debe reflejarse en el resultado de las ventas y la fidelización de los clientes. Estará dirigida primero a mantenerse y luego a rentabilizar un negocio, sea de productos o servicios. Esto requiere, en las actuales circunstancias, como antes apuntabamos, el buen uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías para colocarnos a la vanguardia del mercado. Propiciar el acercamiento con compromiso de identidad involucrando también a los públicos internos para llegar con un mensaje coherente a la sociedad.
La eficacia de una buena comunicación estratégica se verá reflejada en los resultados de los objetivos comerciales que se consigan.
Estamos viviendo un nuevo mundo y eso implica una nueva forma de comunicar. Si antes de la pandemia se utilizaban los recursos tradicionales como ruedas de prensa y comunicados, ahora deberá agregarse la comunicación digital de manera importante para lograr llegar con mayor fortaleza a sus públicos y clientes.
El uso de estos nuevos y necesarios recursos no significa que se deban olvidar las herramientas convencionales. Estos son valores agregados muy efectivos.
La comunicación corporativa, la gestión de reputación y la responsabilidad social no deben dejarse a un lado en este difícil momento que viven las organizaciones. La recomendación es mantener vigente la marca y el prestigio en el imaginario de las comunidades, a través de un excelente plan de comunicación estratégica y corporativa.
La comunicación estratégica sirve para conservar la marca y el prestigio y, de manera principal, para seguir vivos en tiempo de pandemia.
- La autora es Directora de Mercadeo de BOA Estrategia y Comunicación