Cómo hacer frente a los vientos bolivarianos
Compartir

La lección que nos queda luego de la crisis es que existe falta de entendimientos, falta de objetivos y falta de empatía entre ecuatorianos. Esto nos puede llevar a un enorme desastre y terminar como Venezuela. Necesitamos llegar a consensos mínimos.

Si algo podemos aprender de los recientes acontecimientos en Ecuador, y en el sur del continente, es que nuestras sociedades están completamente polarizadas. Hoy lamentablemente los diferentes sectores de la sociedad civil no se comprenden entre sí, y peor aún sus necesidades.
El Gobierno no sabe qué medidas tomar para lograr que el aparato productivo retome una senda de crecimiento y pueda sacar a la población de la pobreza. El Gabinete tampoco entendió las necesidades de los ciudadanos, ya que no calculó que, tomando medidas sin compensación, muchos ecuatorianos no estarían de acuerdo e, incluso, se sentirían representados por los movimientos indígenas.
El sector empresarial tampoco comprendió el sentimiento ni las necesidades de la mayoría de sus colaboradores y no ha estado en capacidad de sacar a los trabajadores informales de las calles. El sector de los trabajadores no está de acuerdo con que se tomen medidas que finalmente ayudarán a más de cinco millones de ecuatorianos que no cuentan con un trabajo formal. El sector de los indígenas finalmente se dejó influir por el correísmo para cometer actos delictivos y, en algunos casos, de terrorismo.
En todo caso, la mayoría de los sectores organizados en el Ecuador tampoco entendieron que debemos atender las necesidades de las poblaciones que cuentan con menos recursos.
Quien sí hizo de las suyas y comprende cómo seguir dividiendo el país es el correísmo. Ellos, mejor organizados que el resto de sectores, con ayuda del crimen organizado y países que aún se mantienen dentro del modelo del Socialismo del siglo XXI, crearon un caos. Todo para tratar de retomar el poder en las próximas elecciones.
La lección que nos queda es que la falta de entendimientos, la falta de objetivos y la falta de empatía entre ecuatorianos, nos puede llevar a un enorme desastre y terminar como Venezuela. En este momento, si no llegamos a acuerdos mínimos que se decanten en cambios de política de Estado puede llevarnos a manos del crimen.
La única manera de sacar al país adelante es combatiendo la corrupción a todo nivel, que el Estado deje de malgastar los recursos y trabajar con la iniciativa privada a todo nivel. De alguna manera debemos conseguir que lleguemos a un acuerdo para lograr la libertad económica del país. Para lograr mejorar es indispensable que el Estado entregue la administración de las empresas públicas que pierden dinero y que deje de controlar los sectores estratégicos.
Deberíamos acordar permitir la minería formal y responsable para generar fuentes de empleo y divisas. El sistema de ahorro de los trabajadores tampoco puede ser utilizado para malgastar en las ineficiencias del IESS; se debe permitir el ahorro por medio de la compra de acciones, obligaciones y otras herramientas del mercado de valores.
El sistema de salud debe ser administrado de una manera profesional. Requerimos acuerdos en cuanto al sistema de educación y que se invierta más en becas. Ahora, mientras más gasta el Estado, menos dinero puede devolverle a la sociedad. Debemos sentarnos en una mesa y una vez que lleguemos a acuerdos mínimos, plasmarlos en leyes, decretos, para que todos podamos vivir y trabajar en paz.
Siempre seré amigo de las propuestas que apuntan a mejorar las condiciones de salud,educación,trabajo,etc. de los ecuatorianos,estimado Patricio saludo tu reflexión, pues con valentía podemos afrontar los retos que tu bien mencionas.
Estimado Patricio, muchas gracias por su aporte.