Masiva catarsis quiteña luego de las violentas protestas contra el Gobierno
Compartir

La Junta Cívica de Quito convocó, ayer, a una marcha que llegó al Centro Histórico para pedir paz. En varias calles y plazas también se realizó una minga para limpiar paredes y calles. Fue una purificación de emociones.

Luego de los violentos actos de decenas de infiltrados en las protestas del movimiento indígena y de los trabajadores sindicalizados, la ciudad sufrió en su estructura arquitectónica… pero también en su ánimo.
Los quiteños vieron por televisión, por redes sociales, por la prensa, una formación político-bélica, según el gobierno impulsada desde los regímenes de Venezuela y Cuba, que ha dejado desconcertados de miles de ciudadanos de la capital. Pese a que los movimientos sociales se deslindaron de los actos vandálicos, la capital sí tuvo que soportar destrucción en varios sectores.
Se devastaron edificaciones, aceras, calles, locales comerciales. El Centro Histórico, que tiene el sello de Patrimonio Cultural de la Humanidad, sufrió las consecuencias de la embestida de los revoltosos.
Por eso es que la Junta Cívica de Quito, un colectivo integrado por líderes de distintas organizaciones civiles, empresas, medios de comunicación, exalcaldes, decidió convocar a una marcha por la paz y una minga para limpiar el Centro Histórico. Esta se realizó ayer y partió desde el Arco de la Circaciana de El Ejido, cerca de las 10:00. Miles de personas, vestidas con ropa blanca, partieron en caminata hasta el Centro.
Fueron por la av. Seis de Diciembre, luego tomaron la 10 de Agosto, la calle Guayaquil, Llegaron a las plazas del Teatro y de Santo Domingo, dieron la vuelta por la Rocafuerte, pasaron a la Venezuela. Y llegaron hasta la Plaza de la Independencia.
Hubo brigadas ciudadanas que limpiaron graffitis que pintaron los manifestantes contra el gobierno. Eso sucedió en las calles Guayaquil, Esmeraldas, Oriente, Vargas… y en varias plazas.
El vicealcalde Santiago Guarderas fue quien estuvo a la cabeza de la marcha. Él valoró la iniciativa estrictamente ciudadana. “Los quiteños han tomado conciencia de unirse por valores como la paz y la unidad. Es una predisposición de la ciudadanía para recuperar Quito, para mejorarlo y desarrollarlo. Nosotros, como empleados municipales, debemos participar en este tipo de iniciativas ciudadanas y siempre evitar esa disociación, o separación, entre lo público y lo privado. Todos debemos construir y encontrar esos vínculos que nos unen para conservar a Quito hermosa”, indicó.
Por su parte Roque Sevilla, exalcalde de Quito y portavoz de la Junta Cívica, destacó el arrojo ciudadano para un llamado a la convivencia pacífica en la capital. “Hay una gran cantidad de personas que han salido a arreglar la ciudad y a luchar por nuestra Carita de Dios. Y a marchar, expresando con la camiseta blanca que en verdad amamos la paz. No queremos la destrucción ni del país ni de la ciudad”.
Y sobre los mensajes que los manifestantes en contra de Gobierno escribieron en las paredes del Centro Histórico dijo: “Quito es Patrimonio de la Humanidad y no podemos utilizarle como medio para difundir las ideas. Si quieren hacerlo es a través de las redes sociales, al menos en el Centro Histórico no necesitan hacerlo. Si quieren hacerlo en el resto de la ciudad, háganlo. Pero ayúdennos a mantener la Carita de Dios como tiene que ser”. El acto ciudadano finalizó con una eucaristía en la Catedral Metropolitana de Quito, y la ofreció el monseñor Danilo Echeverría.
